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Harry Villegas, compañero del Che en las guerrillas del Congo y Bolivia

Pombo, el hombre que acompañó a Ernesto Guevara en todos sus frentes de guerra, murió en La Habana a los 81 años

Harry Villegas sentado frente a un retrato del Che, en 2007.
Harry Villegas sentado frente a un retrato del Che, en 2007.Sven Creutzmann (Getty)

Más conocido como Pombo, Harry Villegas fue el único hombre que estuvo junto al Che Guevara en todos los frentes de guerra: la Sierra Maestra, la invasión a Occidente, la campaña de Las Villas y las guerrillas del Congo y de Bolivia. Fue el jefe de su escolta en los primeros años de la revolución y uno de los cinco supervivientes de la aventura boliviana, en la que Guevara resultó asesinado un día después de su captura, malherido, el 8 de octubre de 1967 en la Quebrada del Yuro. Pombo escapó a la emboscada del ejército y se salvó milagrosamente, luego de caminar más de 2.900 kilómetros durante seis meses por la cordillera de Los Andes y salir por Chile.

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Aquella heroicidad acompañaría siempre a Villegas, fallecido en La Habana el pasado 29 de diciembre a los 81 años, si bien él siempre lamentó no haber podido salvar a su compañero de armas, quien le puso el alias de Pombo (“néctar verde”, en lengua swahili) durante los días de la guerrilla del Congo.

Nacido en 1938 en el seno de una familia de campesinos pobres, en Yara, localidad situada en las estribaciones de Sierra Maestra, en 1958, con 18 años, se alzó en la sierra con otros jóvenes mal armados. Guevara les rechazó con el argumento de que con aquellas armas que traían no era posible enfrentar a los soldados de Batista. Villegas y sus compañeros regresaron al llano y buscaron armas de mayor calibre, y en esa oportunidad sí fueron aceptados por el Che, de quien ya no se separaría más.

Cuando en 1963 Guevara envió a varios de sus hombres de confianza a crear las bases de un foco guerrillero en Argentina al mando de Jorge Masetti, Villegas se presentó voluntario. Pero el Che le explicó que en esa ocasión no podía ir por ser negro, lo que le hubiera impedido pasar desapercibido en el norte argentino. Tras el fracaso de aquella experiencia, Guevara lo convocó en 1965 para combatir con él en el Congo. En ese momento era jefe de Personal y de Cuadros del Ejército Occidental. “Un día Fidel nos llamó a Carlos Coelllo (‘Tuma’) y a mí para comunicarnos que nos reuniríamos con el Che en el Congo. Nos dijo que nuestra misión principal sería protegerle, y nos regaló un Rolex”, contó Villegas en una entrevista a este periodista hace años.

La situación en el Congo era caótica, muchos jefes guerrilleros congoleses ni pasaban por el frente y la desmoralización era grande, lo que desesperaba a los 120 cubanos que acompañaban a Guevara. “El Che allí nos dio una lección de paciencia. Nos explicó una y mil veces que debíamos de entenderles, que no tenía nada que ver su nivel cultural con el nuestro y que nos esforzásemos por comprenderles”. Tras el fracaso de la guerrilla congolesa, el Che regresó a Cuba, donde se entrenó junto a un grupo de hombres para la acción de Bolivia. Pombo y Tuma se quedaron en Europa y se reunieron con él en la selva boliviana. “Tuma cayó en los primeros combates. Antes de morir, le entregó al Che el Rolex que le había dado Fidel para que se lo guardase a su hijo, que nació mientras él estaba fuera de Cuba. Por eso, cuando es capturado, el Che tiene dos relojes, uno es el de Tuma”.

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El Che fue capturado el 8 de octubre tras una emboscada. Pero Pombo y el resto de los guerrilleros cubanos y bolivianos que lo acompañaban solo lo supieron al día siguiente. Estaban escondidos entre la vegetación y escuchaban las risas de los soldados en la Higuera, pero no sabían que el Che estaba allí. “Si lo hubiéramos sabido, o hubiéramos muerto o lo habríamos liberado”. El 9 de octubre escucharon por una pequeña radio de pilas que el Che había sido capturado herido levemente y después que estaba grave. “Estaban preparando condiciones para asesinarlo”. Con esa noticia, empezó para Pombo y sus compañeros una verdadera odisea de seis meses, casi 3.000 kilómetros a pie y 35 choques con el ejército.

Tras regresar a Cuba, Villegas continuó en el ejército y participó en la guerra de Angola, siendo asesor militar también en Mozambique y Nicaragua. En el momento de su fallecimiento era general de Brigada y Héroe de la República de Cuba. Escribió varios libros de sus experiencias, entre ellos “Cuba y Angola. La guerra por la libertad” y “Pombo: Un hombre de la guerrilla del Che”.

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