La injerencia electoral rusa reaparece en Estados Unidos
Facebook y Twitter eliminan cuentas falsas vinculadas al Kremlin que apuntaban a grupos de izquierda
El espectro de la injerencia rusa en las elecciones de EE UU asoma de nuevo. Facebook y Twitter informaron del cierre de varias cuentas falsas con desinformación dirigidas a votantes de izquierda. El FBI alertó a las tecnológicas del perfil de esas páginas. La operación está vinculada a la Agencia de Investigación de Internet, una empresa con sede en San Petersburgo que fue clave en la injerencia del Kremlin en los comicios de 2016, que, según concluyeron los servicios de inteligencia estadounidenses, buscaba favorecer a Donald Trump.
La información revelada por las redes sociales es la primera evidencia pública de que la agencia respaldada por Rusia intenta repetir la injerencia de hace cuatro años. El alcance de la operación, por lo conocido hasta el momento, es significativamente menor que el de las anteriores presidenciales, cuando las publicaciones de origen ruso llegaron a 126 millones de usuarios de Facebook y las cuentas creadas en Twitter superaron las 2.700. Las tecnológicas admitieron los hechos casi un año después de aquellos comicios y han estado bajo escrutinio desde entonces por su tardía reacción. La operación conocida el martes detalla que la Agencia de Investigación de Internet ha publicado contenido con desinformación en 13 cuentas falsas de Facebook y dos páginas de la red social con 14.000 seguidores donde promovían el supuesto portal de noticias Peace Data.
La primera actividad de Peace Data comenzó en octubre de 2019, cuando compartían solo artículos publicados por otros medios. En marzo pasado comenzaron a publicar sus propias historias en inglés, que compartían en grupos de Facebook como Socialistas Demócratas, Partido Progresista o Progresistas en contra del Neoliberalismo. El 14 de agosto, por ejemplo, Peace Data publicó una pieza titulada “El ticket Biden-Harris resume cómo la izquierda occidental cederá al populismo de derechas”. En pocos minutos ya la habían compartido en seis grupos de Facebook diferentes, seguidos por miles de personas.
Ben Nimmo, de Graphika, una firma de análisis de redes sociales que ha trabajado con Facebook en el informe sobre esta operación, apuntaba que si bien la mayoría de los artículos trataba sobre EE UU, solo el 5% estaba relacionado con las elecciones presidenciales, los candidatos o la campaña. “Cuando hablaban de [Joe] Biden o [la candidata a vicepresidenta Kamala] Harris, eran hostiles”, explicó en Twitter. Nimmo destacó que ese tipo de contenido se asemeja a los difundidos por la agencia en 2016, que atacaban a la entonces candidata demócrata Hillary Clinton.
Conflictos armados
Peace Data utilizó imágenes generadas por ordenador para crear perfiles falsos de sus tres supuestos editores y aparentar ser una organización de noticias legítima. Los conflictos armados eran el principal tema de los artículos en inglés, seguidos de temas relacionados con los derechos humanos, que se publicaron la mitad en inglés y la otra mitad en árabe, idioma en el que comenzaron a publicar en abril. También compartieron piezas sobre el capitalismo, el racismo y las intervenciones militares de Occidente, así como del Gobierno turco, Israel y la intervención saudí en Yemen.
Según el informe, los rusos contrataron a personas reales para que escribieran en inglés, a las que les pagaba 75 dólares (63 euros) por pieza. Publicaron anuncios para contratar periodistas a través de Twitter, donde tenían cerca de 3.000 seguidores, y en páginas de ofertas de empleo como UpWork.com o Guru.com.
Las agencias de inteligencia han advertido durante meses de que Rusia y otros países estaban tratando activamente de interferir en las elecciones del 3 de noviembre. John Ratcliffe, director nacional de Inteligencia desde mayo, dijo el domingo en Fox News que China, y no Rusia, presentaba la mayor amenaza de injerencia de cara a los comicios.
Trump tardó meses en reconocer la injerencia rusa de 2016, algo que el Kremlin ha negado en reiteradas ocasiones. El mandatario republicano finalmente cedió a la presión de su propio partido y respaldó las conclusiones de los servicios de inteligencia estadounidenses, aunque ha defendido que no tuvieron efecto alguno en el resultado que lo llevó a la Casa Blanca.
La seguridad del voto por correo
Debido a la pandemia del coronavirus, decenas de Estados han flexibilizado los requisitos para votar por correo en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. El presidente Donald Trump ha reiterado, sin evidencias, que ese sistema puede dar pie a un fraude. Históricamente, el voto por correo ha favorecido a los candidatos del Partido Demócrata. Incluso el fiscal general, William Barr, ha puesto en duda la seguridad de las elecciones si se vota por correo. Sin embargo, el vicefiscal general, Jeffrey A. Rosen, ha dicho que sería “extraordinariamente difícil para los adversarios extranjeros cambiar el recuento de votos”. Un agente del FBI consultado la semana pasada por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales coincidió en que los Gobiernos extranjeros tendrían grandes dificultades para llevar a cabo un fraude electoral que pudiera afectar la elección.
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