Moldavia deja de tener dos Gobiernos con la renuncia del Ejecutivo liberal
La mediación de diplomáticos rusos, estadounidenses y europeos ha sido clave para resolver la crisis
Moldavia ha dejado este viernes de tener dos Gobiernos con la dimisión del Ejecutivo liberal encabezado por Pável Filip, que dirigía este país desde 2016 con el apoyo del Partido Democrático.
"El PDM (Partido Democrático de Moldavia) ha decidido que el Gobierno encabezado por Filip pase a partir de hoy a la oposición", ha dicho en rueda de prensa el vicepresidente de esa formación, Vladímir Chebotar, quien ha explicado que su formación ha renunciado para "dar al Partido de los Socialistas y el bloque ACUM (Ahora) la oportunidad de formar su propio Gobierno".
Los socialistas y ACUM, el primer y segundo partido más votado en las elecciones parlamentarias del pasado 24 de febrero, forjaron hace una semana una coalición gubernamental, tras lo que la líder del bloque, Maia Sandu, asumió la jefatura del Gobierno.
El PDM rechazó la coalición al considerar que estaba fuera de plazo, en lo que recibió el apoyo del Tribunal Constitucional (TC), que decretó el cese del presidente, el socialista Igor Dodón, declaró ilegal al nuevo Gobierno y colocó a Filip como presidente interino.
Nada más hacerse pública la renuncia de Filip, la policía y los partidarios del PDM han desbloqueado los edificios gubernamentales en la capital moldava, Chisinau.
Pero Chebotar ha insistido en que el Gobierno entre los socialistas y ACUM "no puede dirigir legalmente el país", por lo que consideró que la "única salida serán unas elecciones anticipadas".
Según la prensa rusa, la solución a la crisis ha sido posible gracias a la mediación de diplomáticos rusos, estadounidenses —el embajador de EE UU se reunió con todos los líderes políticos a puerta cerrada— y europeos. Las grandes potencias expresaron desde un principio su disposición a trabajar con el nuevo Ejecutivo.
Los analistas apuntan que el gran derrotado en esta crisis es el oligarca y líder del PDM, Vladímir Plahotniuk, una figura odiada por muchos moldavos, que lo acusan de hacerse con el control del país por medio de presiones y sobornos. Nunca en la historia de Moldavia se había forjado un Gobierno de coalición con una formación europeísta como ACUM y un partido prorruso como los socialistas. Los socialistas ganaron las elecciones legislativas de febrero pasado con 35 escaños —lejos de la mayoría de 51 asientos—, seguidos por el PDM con 30 y ACUM con 26.
ACUM se había negado a sentarse a negociar tanto con los socialistas como con el PDM, aunque aceptó coaligarse con los socialistas a cambio del puesto de primer ministro. Ambos partidos acordaron aparcar, por el momento, sus diferencias sobre las aspiraciones de ACUM a ingresar en la Unión Europea (UE) y las de los socialistas a normalizar las relaciones con Rusia.
Lo que se desconoce ahora es que ocurrirá con el prorruso Dodón, que ve cómo su partido accede al Gobierno, pero él fue cesado por el TC como jefe del Estado.
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