El líder ultra austriaco ofreció posibles contratos por apoyo electoral, según medios alemanes
El vicecanciller habla de inversiones y posibles donaciones en un vídeo grabado con cámara oculta en el verano de 2017, antes de las generales en Austria
El vicecanciller austriaco y líder del partido ultranacionalista FPÖ, Heinz-Christian Strache, supuestamente ofreció la posibilidad de adjudicaciones públicas a una oligarca rusa a cambio de ayuda en su campaña electoral, según han desvelado este viernes el semanario alemán Der Spiegel y del diario Süddeutsche Zeitung.
Las revelaciones se basan en un vídeo, grabado en el verano de 2017 con una cámara oculta en Ibiza, poco antes de las elecciones legislativas de octubre, que fueron el trampolín de la extrema derecha (FPÖ) para entrar por segunda vez en el Gobierno de la mano de los conservadores del ahora canciller, Sebastian Kurz. El posterior acuerdo de coalición convirtió a Strache en vicecanciller.
En la grabación, Strache, que ha negado cualquier irregularidad, aparentemente promete a una acaudalada mujer rusa su apoyo para futuros contratos, en caso de llegar a un puesto en el Gobierno, como contrapartida a una hipotética ayuda a su campaña. El líder ultra, acompañado por un estrecho colaborador y ahora jefe del grupo parlamentario del FPÖ, Johann Gudenus, baraja en la conversación diferentes posibilidades de inversión para la mujer, incluida la opción de adquirir un paquete considerable de acciones del diario sensacionalista Kronen Zeitung para apoyar así la campaña de la formación.
Además, durante al encuentro, Strache y Gudenus presuntamente insinúan una posible financiación ilegal del partido ultraderechista por la vía de una donación a una asociación. Los dirigentes austriacos citan a varias grandes empresas que habrían donado al partido, algo que estas han desmentido a Der Spiegel y Süddeutsche Zeitung.
Ambos medios se pusieron en contacto con el vicecanciller austriaco y el presidente del grupo parlamentario. Según Strache, durante la conversación, en un ambiente relajado y con alcohol de por medio, destacó varias veces la "necesidad de respetar las leyes austriacas", también en relación con posibles donaciones al partido. El dirigente ultra añade que "nunca" favoreció a la inversora o sacó provecho.
Esta no es la primera vez que el Ejecutivo de Kurz debe lidiar con acusaciones de todo tipo contra sus socios ultranacionalistas. Hasta ahora, sin embargo, los escándalos o incidentes han estado relacionados con actitudes antisemitas o contactos con neonazis por parte de miembros del FPÖ, no con un supuesto caso de corrupción.
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