El BCE advierte de que un Brexit a las bravas “amplificaría” el frenazo económico
Guindos avisa en el Parlamento Europeo de que los mercados no han recogido aún esa posibilidad
La posibilidad de que el Reino Unido deje la UE a las bravas toma cuerpo a medida que se acerca la fecha límite del 12 de abril y el Parlamento británico no ofrece una propuesta definitiva. El Banco Central Europeo (BCE) teme el efecto de un Brexit desordenado sobre los mercados, que hasta ahora no han recogido esa contingencia, en plena desaceleración de las economías de la zona euro. “Las consecuencias de un Brexit sin acuerdo serían gestionables pero no irrelevantes”, ha advertido este lunes en una comparecencia ante la Eurocámara el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.
Después de que el Parlamento británico rechazara el pasado viernes por tercera vez ratificar el Acuerdo de Retirada, las instituciones europeas advirtieron de que el Brexit salvaje era más cada vez más probable. La alternativa al precipicio es que la primera ministra Theresa May pueda regresar a Bruselas la semana que viene con ese documento aprobado in extremis o con un plan alternativo que le permita justificar una prórroga larga para abandonar la UE. Los bancos centrales de Londres y Fráncort llevan tiempo preparándose para el divorcio. Y aun así, el BCE advierte de las consecuencias de que este no se produzca se forma amistosa.
En su comparecencia ante el Parlamento Europeo, Guindos ha sostenido que el principal riesgo es que un Brexit a las bravas ponga en jaque a una economía europea en pleno proceso de desaceleración, con países como Italia ya en recesión y con otros Estados sin haber podido sanar las cicatrices abiertas por la pasada crisis. “Estamos viviendo un momento de ralentización de la economía. Hay factores que conducen a esta desaceleración y un no acuerdo no ha sido totalmente descontado por los mercados. Dan una baja probabilidad a que eso suceda”, ha afirmado De Guindos.
Rebaja por la inestabilidad
El vicepresidente del BCE ha sostenido que las instituciones y empresas europeas están mejor preparadas que hace seis meses al haber lanzado ya sus planes de contingencia. De hecho, hoy se ha hecho público que la fábrica de automóviles Mini en Reino Unido inicio ayer un cierre de cuatro semanas, como ya había previsto la matriz BMW hace seis meses en previsión de posibles disrupciones derivadas del Brexit. El retraso en la salida al menos hasta el 12 de abril no ha cambiado los planes de la automovilística.
Sin embargo, el Brexit se producirá en un momento en el que la economía europea se va dejando décimas por el camino a causa de la incertidumbre política añadida que llega desde Estados Unidos y China, en forma de guerra comercial, y de dentro de la propia UE, con la inestabilidad política y social en el Reino Unido, Francia o Italia. “Podría ser una suerte de amplificador de los impactos negativos y las tendencias a la baja que están detrás de la desaceleración de la economía europea”, ha añadido el banquero.
Guindos ha expresado delante de los parlamentarios de la Eurocámara una inquietud que el BCE lleva días trasladando a varios medios de comunicación. El presidente del Banco de Finlandia y miembro del Consejo del BCE, Olli Rehn, ya alertó en una entrevista a Die Welt de que los mercados financieros estaban “infravalorando el riesgo” de un Brexit sin acuerdo. Lo mismo consideró Klaas Knot, gobernador de los Países Bajos, que señaló en Handelsblatt que en ese caso la libra acusaría especialmente las tensiones de los mercados. En su última reunión en Fráncfort, el BCE se sumó a todos los organismos internacionales y rebajó las previsiones de crecimiento de la zona euro desde 1,9% al 1,1% para este año.
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