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Bruselas propone represalias para los mercados que se cierran a la UE

La Comisión presiona a los Veintiocho para actuar ante países como China, India o Turquía

Lluís Pellicer
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.OLIVIER HOSLET (EFE)

Bruselas quiere pertrecharse para poder afrontar la creciente presencia de China en la UE. Y ve en el mercado europeo de contratación pública, de más de 350.000 millones de euros, una baza para exigir al gigante asiático y a otros países como India, Turquía o Indonesia que levanten todas las barreras que imponen a las empresas europeas para en sus concursos. En vistas al Consejo Europeo de esta semana, la Comisión mete presión a los socios de la UE para que desbloqueen este año la creación de un mecanismo que le permita aplicar medidas restrictivas a las empresas de esos países en los procesos de licitación que efectúen los países miembros.

Los jefes de Estado y de gobierno prevén preparar durante la cena del jueves la cumbre bilateral que en abril la UE mantendrá con China. En pleno debate sobre cómo hacer frente al desafío que supone el país asiático para Europa, Bruselas considera que la solución no pasa por crear campeones europeos a costa de restar atribuciones a la política de competencia. Al revés: hay el convencimiento de que la UE debe pasar a la ofensiva forzando que haya “igualdad de oportunidades” para sus empresas. Eso le reclamó este lunes la Alta Representante de Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, al jefe de la diplomacia china, Wang Yi. Este, a su vez, pidió a los países de la UE que no veten a las compañías chinas —en referencia a Huawei— del acceso a los concursos del despliegue del 5G.

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Sin embargo, el ejecutivo comunitario está convencido de que países como China llevan años operando en la UE de forma desleal. “Ser competitivos significa no estar solo en Europa, sino en todos los grandes mercados. Y muchos nos cierran la puerta. Eso solo se frena haciendo un frente común”, aseguraron fuentes de la Comisión. Bruselas ha constatado que más del 50% del mercado mundial de la contratación pública está cerrado a cal y canto a las empresas europeas. Estas solo ganan concursos por valor de 10.000 millones y, según estima, pierde más de 12.000 millones por las restricciones impuestas en terceros países.

China no es el único Estado que fija trabas, pero la Comisión se queja de que su mercado público —de 1,4 billones de euros— no está sometido a ningún compromiso internacional y que la mayor parte de la contratación se realiza a través de las empresas estatales chinas.

La Comisión Europea lleva ya siete años batallando para dotarse de un instrumento que fuerce a otros países a ser recíprocos dentro de su territorio con el trato que les da la UE. El mecanismo propuesto por la Comisión arrancaría con una investigación para dilucidar si un país está obstaculizando la presencia europea en su mercado público. Si se concluyera que existen barreras, se abrirían negociaciones con ese gobierno para eliminarlas . “No queremos cerrar mercados, sino abrirlos”, insisten fuentes de la Comisión.

En caso de que el diálogo fracasara, el ejecutivo comunitario primero propuso vetar a las empresas de ese territorio en la contratación pública de la UE. Ante el rechazo de varios países, en una segunda propuesta suavizó esa posición y optó por la imposición de un recargo de hasta el 20% en el precio ofertado por una empresa para que esta parta con desventaja respecto al resto. “Se trataría, en todo caso, de un mecanismo de último recurso”, añaden las mismas fuentes.

Recelos de Alemania, España y los países nórdicos

Esa proposición fue enmendada por el Parlamento Europeo y está atascada en el Consejo por la oposición de varios países, entre ellos los nórdicos, que lo consideran una medida proteccionista. Pero también Alemania o España han expresado sus reticencias pese a que son dos de los países más afectados por estas prácticas, según fuentes comunitarias.

En el último borrador de conclusiones de la Cumbre de esta semana, los Veintiocho piden que se “reanuden” las discusiones sobre ese instrumento de “acceso recíproco”. La presión de varios países ha descafeinado la primera versión de ese documento, que llamaba a “adoptar” ese mecanismo “lo antes posible”.

El think tank de la Comisión —el Centro Europeo de Estrategia Política— precisamente publicó un documento sobre las vías que debe seguir la política industrial europea tras el veto de Bruselas a la fusión entre la alemana Siemens y la francesa Alstom, que tenía como objetivo crear un campeón europeo que plantara cara a la china CRRC.

El organismo apuesta por pasar a la ofensiva y, a la vista de los nulos avances logrados en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), urge a la UE a considerar “vías alternativas” que aseguren un acceso en condiciones de “igualdad” y “reciprocidad” a la contratación pública. El think tank reclama que se rescate el mecanismo propuesto por la Comisión Europea, que complementaría el instrumento de control de inversiones que se pondrá en marcha el próximo mes de abril.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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