Congo vota con la esperanza de una transición democrática
Joseph Kabila, en el poder desde 2001, llama a la participación para elegir a su sucesor
La fuerte lluvia matutina y las dificultades para ejercer el derecho al voto no han evitado que millones de congoleños acudieran este domingo a los centros electorales del país africano para elegir al nuevo presidente del país, que sucederá a Joseph Kabila, en el poder desde 2002. Colas y acumulaciones de electores se han repetido en parte de la geografía congoleña, en muchos casos debido a las incidencias previas. Un episodio de tensión en una localidad del este del país dejó dos muertos: un votante y un agente de seguridad que le había disparado y que fue apaleado mortalmente por la multitud.
El complejo escolar de Pumbu —en la capital, Kinshasa— aún no había abierto cuando eran las tres de la tarde. Como este, otros muchos centros electorales tampoco lo han podido hacer a la hora estipulada debido a la ausencia de listas con los nombres de los electores o de material electoral. Los observadores han detectado, además, que más de 800 mesas estaban instaladas en locales prohibidos —como comisarías, residencias privadas o incluso cafeterías. Centenares de electores también han denunciado que su nombre no aparecía en las listas.
En algunos lugares se han estropeado las máquinas de votar o se han quedado sin batería. La distribución de energía eléctrica en Congo es muy inestable, cuando no inexistente.
El presidente saliente, Jospeh Kabila, votó por la mañana en la capital, acompañado de su delfín, el exministro de Interior Emmanuel Ramazani Shadary. De los 21 candidatos en la lista por las presidenciales, son dos los que parten con posibilidades de imponerse a Shadary, a quienes los sondeos le otorgan un discreto tercer lugar. De un lado, Martin Fayulu, posicionado a la cabeza de las encuestas en cuestión de semanas. De otro, Félix Tshisekedi, histórico líder de la oposición. Ambos se han mostrado muy confiados tras depositar su papeleta. Fayulu ha celebrado el “gran día” diciendo que es “el fin de la dictadura”, mientras que Tshisekedi ha reforzado su V con los dedos con un “la victoria es nuestra”.
Los centros de observación han denunciado numerosas anomalías. La Sinergía de Misiones de Observación ciudadana de las elecciones (Symocel), que ha desplegado 20.000 testigos, se ha mostrado inquieta por el número de dificultades y ha afirmado que “puede influenciar el proceso”, según ha expresado su coordinador nacional, el obispo Abraham Djamba Samba. Y la Conferencia Episcopal Nacional de Congo (CENCO), que cuenta con 40.000 observadores en los comicios, también ha registrado casos de fraude.
Voto simbólico en las zonas excluidas
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