“El cierre parcial del Gobierno de EE UU le arruinó la Navidad a muchos empleados”
Unos 800.000 trabajadores federales se han visto afectados por el 'shutdown'. A cerca de la mitad se los ha enviado a la casa sin paga hasta que se aprueben los fondos del 25% de la Administración
“Gracias por llamar a la Casa Blanca. Debido al lapso en la búsqueda del presupuesto adecuado en el Congreso, el Gobierno ha cerrado", explica un contestador. La persona a cargo de responder el teléfono en la Casa Blanca es uno de los 800.000 trabajadores federales afectados desde el pasado sábado por el cierre del 25% de la Administración. A poco menos de la mitad de los empleados los han enviado a casa sin paga, y al resto, los "esenciales", se les entregará un cheque una vez que se apruebe la partida presupuestaria pendiente. “Esto le arruinó la Navidad a muchos empleados”, lamenta este miércoles Randy L. Erwin, presidente de la Federación Nacional de Empleados Federales (NFFE, por sus siglas en inglés), y agrega: “A diferencia de otros cierres, la preparación para este fue muy pobre y precipitada”.
La dificultad para aprobar unos fondos debido a las discrepancias partidistas sobre la financiación del muro con México aún no ha traído coletazos en la economía, pero sí en el bolsillo de los trabajadores. LA NFFE representa a 110.000 empleados federales, de los cuales muchos ganan 26.000 dólares anuales (22.800 euros) y dependen del cheque mensual. “Se les arrancó la alfombra de debajo", sostiene Erwin, quien afirma que esto les supone no saber si van a poder pagar el alquiler o si se pueden permitir encender la calefacción. El precedente en estos casos es que los empleados que son suspendidos de sus labores reciben su paga a través de una legislación que el Congreso aprueba una vez que se normalice la situación.
El tercer shutdown del año -los dos anteriores no superaron los tres días-, afecta a nueve departamentos (Estado, Agricultura, Comercio, Seguridad Nacional, Vivienda y Desarrollo Urbano, Interior, Justicia, Transporte y Tesoro) y las agencias bajo su paraguas. Cada una tiene un "plan de contingencia" para esto casos, como utilizar fondos de reserva para continuar funcionando con los servicios mínimos. Erwin explica que en ocasiones anteriores han preparado a los empleados durante semanas para que no los pille de sorpresa: “Esta vez creo que el presidente lo decidió a último minuto. Y hace tantas cosas antipresidenciales, que si dice que este cierre va a ser largo, hay que creerle y prepararse”.
El Triángulo Federal de Washington se encuentra con las persianas a medio cerrar. Varios de los edificios gubernamentales entre la Avenida Pensilvania, la Constitución y la calle 15 no están funcionando. “En teoría estamos cerrados, pero ha visto a gente que ha venido a trabajar”, comenta un policía en la puerta del Departamento de Justicia. A su izquierda se ubica el Archivo Nacional con sus majestuosas puertas metálicas sin abrir, pero enfrente figura el Museo de Historia Afroamericana del Smithsonian que, como de costumbre, alberga una larga fila de visitantes.
“Hasta el 31 de diciembre todo funcionará con normalidad, según nos informaron”, explica Bill, un jubilado que hace de voluntario en la entrada de la Galería Nacional de Arte. Este museo, como los Smithsonian, están tirando de fondos de reserva para mantenerse activos hasta al menos la Nochevieja. “Después no sabemos qué va a pasar, esperemos que no nos afecte el shutdown”, añade Bill. Ese es el mismo deseo de Shek Keba, de 25 años, encargado de recibir a los visitantes del Zoológico Nacional. “Nosotros solo queremos trabajar para poder vivir bien”, relata desde la fría cabina ubicada junto a un enorme oso panda de plástico. En teoría el zoológico había anunciado que no contaría con baños, servicios de recogida de basura ni puntos de información durante el cierre parcial. Pero este miércoles estaba igual de activo que cualquier otro día invernal.
Las negociaciones presupuestarias se retomarán este jueves en el Senado tras un receso por las fiestas navideñas. Los pronósticos del director de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, como los de Nancy Pelosi, líder de la Cámara de Representantes demócrata, es que no se llegue a acuerdo hasta la primera semana de enero. Hay que recordar que el Partido Demócrata asumirá el control de la Cámara el día 3 y confían en eso para sacar adelante unos fondos que no incluyan una partida para la construcción del muro, la eterna promesa de Donald Trump.
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