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Cuba aparca la ley del matrimonio gay

La Asamblea Nacional aprueba por unanimidad el proyecto de Constitución con 760 enmiendas

Sesión de la Asamblea Nacional, este viernes en La Habana.
Sesión de la Asamblea Nacional, este viernes en La Habana.YAMIL LAGE (AFP)

Sí al mercado y la propiedad privada; pero el matrimonio igualitario o gay tendrá que esperar. El Parlamento de Cuba aprobó este sábado el proyecto de Constitución que será sometido a referéndum el 24 de febrero, pero lo ha hecho aparcando el artículo más polémico: el 68, que consideraba el matrimonio “la unión entre dos personas” en vez de “entre un hombre y una mujer”, como establece la Constitución vigente, de 1976. Con la inclusión a última hora en el preámbulo del concepto “comunismo”, que no aparecía inicialmente en el borrador, el texto fue aprobado por votación unánime de la Asamblea Nacional en su última sesión del año. El borrador será sometida a referendo el próximo 24 de febrero. Antes, los 560 diputados presentes habían examinado este viernes los resultados económicos de 2018 y los planes para 2019, marcados por un crecimiento del 1%, la mitad de lo esperado.

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Con la reintroducción de la referencia al comunismo y la exclusión del artículo que abría las puertas a las uniones homosexuales, quedan fuera dos de las principales novedades que aparecían en el borrador de la nueva Constitución cubana. Estas dos modificaciones forman parte de las 760 enmiendas al borrador presentado por la Comisión Constitucional, que dirige el expresidente y primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro. Esas enmiendas recogen algunas de las 783.000 propuestas de modificación formuladas por la ciudadanía durante un proceso de debate popular sobre el texto que se prolongó tres meses, hasta mediados de noviembre, y en el que participaron casi nueve millones de cubanos, incluida por primera vez la comunidad emigrante, en 133.000 reuniones barriales y de centros de trabajo. Del total de 224 artículos de la nueva Ley Fundamental, se modifican 134 y se eliminan tres.

El resto del proyecto de Constitución se mantiene con los cambios anunciados en su día: reconocimiento de ciertas formas de propiedad privada y de la importancia de la inversión extranjera sin renunciar al socialismo, además de la introducción de la figura del primer ministro. Pero la ley estrella, la que había suscitado más comentarios y levantado una considerable polvareda —sobre todo entre las Iglesias presentes en la isla, especialmente las evangélicas—, vuelve ahora al Código de Familia. Tras escuchar a los ciudadanos, en su mayoría contrarios a ese cambio —fue el más abordado en la consulta popular, ya que salió a colación en el 66% de las reuniones—, se establece el matrimonio como una institución social y jurídica, dejando en manos del Código de Familia los demás detalles.

"La Comisión propone diferir el concepto del matrimonio, es decir, que salga del proyecto de la Constitución, como forma de respetar todas las opiniones. El matrimonio es una institución social y jurídica. La ley definirá el resto de elementos", había informado este martes el Parlamento cubano en su cuenta de Twitter. En el Código de Familia, "deberá establecerse quiénes pueden ser sujetos del matrimonio", dado que el término “personas” resultaba poco preciso. Para ello, agregó la comisión en otro tuit, se realizará una "consulta popular y referéndum en un plazo de dos años a partir de una propuesta de disposición transitoria recogida en el propio proyecto".

La diputada Mariela Castro, hija de Raúl Castro y principal promotora de la iniciativa en favor de las minorías sexuales como directora del Cenesex (Centro Nacional de Educación Sexual), dijo que "no hay retroceso" en eso, porque el nuevo texto reconocerá las uniones de hecho. "No hemos cedido ni cederemos a los chantajes fundamentalistas y retrógrados que se oponen políticamente al proyecto emancipador de la Revolución", añadió Mariela Castro.

Activistas LGTBI y los más críticos con el Gobierno consideran sin embargo que la retirada del artículo 68 demuestra que era una cortina de humo introducida en el texto para distraer la atención de otros problemas más perentorios, como la carestía de la vida y la escasez y el mal funcionamiento de transporte urbano.

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