La oposición de Guinea Ecuatorial pide a España intensificar la presión sobre Obiang
En el aniversario del 50 aniversario de la independencia del país africano, los disidentes del régimen confían en lograr respaldo internacional para una transición democrática
El país del que se independizaron es hoy aquel que puede propiciar un cambio de régimen. Esa es la situación que han querido presentar este jueves en el Club Internacional de Prensa de Madrid cinco dirigentes de diferentes partidos políticos de Guinea Ecuatorial opositores al régimen dictatorial del presidente Teodoro Obiang, en el poder desde 1979. Creen que si España da un paso adelante y se compromete a defender internacionalmente un proceso de transición a la democracia para Guinea Ecuatorial, otras democracias apoyarán esta decisión, algo que puede propiciar la caída del dictador más longevo del continente africano.
Filiberto Mabale, de la alianza de partidos Cored, plataforma a la que Obiang acusa de haber orquestado un golpe de Estado a comienzos de este año, ha defendido, durante el acto con motivo del 50º aniversario de la independencia del pequeño país africano, que los anhelos de democracia de la época colonial no han cristalizado aún en un sistema comprometido con el Estado de derecho. "No hemos celebrado el aniversario de la independencia porque nos sobran los motivos para no hacerlo", ha señalado. Durante todo este tiempo, Guinea Ecuatorial (de poco más de un millón de habitantes) solo ha tenido dos presidentes, Francisco Macías y Teodoro Obiang, y apenas ha vivido unos meses bajo un sistema democrático: desde octubre de 1968 hasta mediados de 1970, cuando Macías impuso un régimen de partido único.
Faustino Ondo Ebang, líder del partido de centroizquierda Unidad Popular, ha reconocido que la aparente unidad que ha escenificado recientemente la oposición no es suficiente para derrocar al régimen de Obiang. "Hace falta el apoyo de las potencias occidentales, comenzando por España", ha sentenciado. Weja Chicampo, del soberanista MAIB, que pide la autodeterminación de la isla de Bioko, la más grande del país, ha defendido que la violencia ha campado a sus anchas en el país desde su fundación. Y lo ha escenificado señalando la franja roja de la bandera nacional en referencia a la sangre derramada durante el medio siglo de independencia del país. Guinea Ecuatorial es "un Estado fallido", ha concluido.
Los dirigentes, muchos exiliados en España, tratan de forzar a Obiang a que acepte una salida negociada del poder. Severo Moto, uno de los líderes opositores más destacados, ha asegurado que representantes de los partidos presentes en el acto de Madrid se reunieron en 2017 con Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, y obtuvieron su apoyo para tratar de impulsar una transición hacia un sistema democrático.
La Unión Europea no ha manifestado públicamente, sin embargo, su respaldo a la demanda de la oposición. Los disidentes tampoco han recibido respuesta de las instituciones españolas y estadounidenses a las misivas en las que pedían apoyo internacional para abrir una nueva etapa política en Guinea Ecuatorial. Ante las negativas a colaborar, Moto ha criticado que la comunidad internacional "tolera" a Obiang. El opositor ha asegurado que la última amnistía política decretada por el régimen "no se ha materializado" y ha ironizado acerca de los supuestos perdones concedidos por el dictador: "Cuando yo salí de la cárcel, me hicieron mirar atrás: era una forma de recordarme que la puerta de la prisión seguía abierta".
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