Imputado el líder de la Iglesia católica chilena por encubrir abusos sexuales
El cardenal Ricardo Ezzati es citado a declarar por una de las 37 causas de este tipo abiertas en el país
La Fiscalía chilena ha dado un nuevo golpe a la Iglesia católica en su cruzada por investigar los casos de abusos sexuales y encubrimiento de parte de sacerdotes y personas ligadas a la institución. A 24 horas de que el Ministerio Público diera a conocer un inédito informe sobre todas las causas de este tipo que ha conocido desde el año 2000, la fiscalía de la ciudad de Rancagua, a unos 100 kilómetros al sur de Santiago, la capital, ha citado a declarar como imputado al jefe de la Iglesia chilena, monseñor Ricardo Ezzati, por el presunto encubrimiento de abusos.
“Reitero mi compromiso y el de la Iglesia de Santiago con las víctimas, con la búsqueda de la verdad y con el respeto a la justicia civil. Tengo la convicción de que nunca he encubierto ni he obstruido a la Justicia, y como ciudadano cumpliré con mi deber de aportar todos los antecedentes que contribuyan a esclarecer los hechos”, ha dicho Ezzati, arzobispo de Santiago, a través de un comunicado. En el escrito se anuncia que la declaración será el próximo 21 de agosto.
Desde que en enero se produjo la polémica visita del Papa al país sudamericano que derivó en una histórica renuncia en masa de los obispos y la decisión de Francisco de limpiar la jerarquía, el Ministerio Público ha allanado oficinas de la Iglesia, tomó la decisión de solicitar al Vaticano los antecedentes que recogieron hace algunos meses los enviados especiales del Papa sobre abusos sexuales y resolvió la designación de investigadores especiales en cada una de las regiones del país.
Hace dos semanas, gracias a los nuevos antecedentes incautados, el influyente sacerdote Óscar Muñoz fue encarcelado por abusos sexualescontra menores y estupro. Era hasta enero pasado el canciller del arzobispado de Santiago y en el ejercicio de ese cargo debió conocer de primera fuente los casos de abusos sexuales que explotaban en la institución. Era parte de la jerarquía y estrecho colaborador de Ezzati. Los delitos que cometió Muñoz contra niños y adolescentes –tres de ellos sobrinos directos suyos– se habrían producido entre 2002 y marzo de 2018. El líder de la Iglesia chilena, sin embargo, no los denunció a la justicia civil a comienzos de año, pese a que el propio Muñoz se autodenunció por algunos de esos casos. Fue la Fiscalía la que abrió la investigación mediante oficio recién en mayo. Hace algunos días, el fiscal jefe de Rancagua, Emiliano Arias, indicó que podría configurarse el encubrimiento por parte de Ezzati, en el marco de esta causa contra Muñoz.
El líder de la Iglesia chilena ha recibido críticas incluso desde dentro de la institución. Entre los documentos encontrados en los registros de Rancagua se encontró una carta del obispo Alejandro Goic, uno de los cinco al que el Papa le ha aceptado la renuncia, en que cuestionaba el papel de Ezzati en este tipo de hechos: "A veces tengo la impresión, quizás muy subjetiva, de que no compartes los criterios del Consejo Nacional de prevención de Abusos", le reprochaba al arzobispo de Santiago.
Actualmente, según el informe de la Fiscalía, son 37 causas las que se encuentran abiertas a nivel nacional y 68 personas investigadas: 36 son clérigos (tres obispos, 31 sacerdotes y dos diáconos), 22 pertenecen a órdenes o congregaciones sin ser clérigos (hermanos, por ejemplo), ocho son laicos (profesores o líderes de algún grupo espiritual) y en dos casos aún no se logra determinar su vínculo con la institución, según informó el abogado Luis Torres, director de la Unidad Especializada en Derechos Humanos, Violencia de Género y Delitos Sexuales de la Fiscalía Nacional chilena.
Los 37 casos vigentes involucran a 104 víctimas: 52 eran menores de edad al momento de los hechos, nueve eran adultos y el resto aún debe determinarse, según informó Torres. De acuerdo al estudio del Ministerio Público, existen “cincos casos por encubrimiento u obstrucción a la investigación contra superiores de congregaciones u obispos a cargo de una determinada diócesis”. Consultado hace unos días por la prensa acerca de las acusaciones de encubrimiento, Ezzati indicó que lo que en realidad le preocupaba era “el clima de maledicencia que hace tanto daño a las personas, al país y a la verdad”.
Las reacciones de las víctimas han sido inmediatas. Juan Carlos Cruz, abusado por el influyente Fernando Karadima, probablemente el caso de mayor simbolismo en el país, escribió en Twitter: “El cardenal Ezzati es citado a declarar como IMPUTADO! Le quedará poco tiempo como arzobispo de Santiago, pero recién empieza su nueva misión de responder por su encubrimiento, mentira y otros delitos ante la Justicia. Que se preparen el resto del episcopado, Errázuriz y compañía”, señaló en referencia a Francisco Javier Errázuriz, exlíder de la Iglesia chilena entre 1998 y 2011.
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