Este revés a Merkel viene de Madrid

La prueba de que Europa corre riesgo de deconstrucción es que un nuevo Gobierno europeísta en España es noticia relevante en todo el continente. Hace 10 años, hubiera pasado desapercibida. Ahora, en cambio, es una buena señal que, además, refuerza al francés Emmanuel Macron en detrimento de la canciller Angela Merkel.

La novedad ha sido mejor recibida porque llega tras el susto propinado por los populistas gobernantes en Italia. El terremoto romano se suma al Brexit y a la deriva de los países del Este al populismo y la extrema derecha.

Lo ocurrido afecta de lleno a la relación de fuerzas Merkel-Macron, enfrascados en rediseñar la UE. La canciller, ya debilitada porque los otrora mayoritarios Gobiernos conservadores son desalojados por populistas y nacionalistas, acaba de perder con Mariano Rajoy un socio tan leal como incondicional.

Berlín y París se habían propuesto reformar Europa con la alianza de Italia y España, tercera y cuarta potencias de la zona euro. Pues bien, Italia se descuelga por el momento mientras exige una solución a medida para el país, escarmentado por la austeridad, y, sobre todo, por la insolidaridad del resto del club ante la crisis migratoria.

España, por el contrario, vuelve al corazón de Europa. Esta vez sí, y no cuando en 2004 lo prometió José Luis Rodríguez Zapatero sin lograrlo. Solo así puede interpretarse que Pedro Sánchez haya incluido en el Ejecutivo a Josep Borrell, Nadia Calviño o Luis Planas, conocedores en profundidad de los pasillos bruselenses. Esos en los que se pactan tantos asuntos en contactos personales, cara a cara. Esos en los que, por fin, un presidente español podrá codearse con los demás líderes antes y después de las cumbres porque es el primero que habla inglés.

La irrupción de Sánchez refuerza las tesis más flexibles de Macron para reformar la eurozona, pero el recibimiento europeo a Sánchez esconde otra clave: el español tiene la opción de convertirse en el líder de la socialdemocracia europea. Solo hay que recordar que únicamente media docena de países tienen Gobiernos de izquierda o centroizquierda y son de peso menor, como Grecia, Portugal, Suecia o Malta.

El viento ibérico a favor de Sánchez llega también a Bruselas. Hacía décadas que no se daban mejores condiciones para desplegar las velas del barco español. Solo hace falta acertar con el rumbo.