Las imágenes del cadáver mutilado de una combatiente kurda disparan la barbarie de la guerra siria
Las milicias kurdas acusan de las atrocidades a rebeldes islamistas aliados de Turquía
Un vídeo que muestra el cadáver ensangrentado y mutilado de una joven combatiente kurda rodeado de enemigos en el norte de Siria ha recrudecido el horror de la guerra en las últimas horas. Las Unidades de Protección del Pueblo (YPJ), la milicia kurda siria a cuya rama femenina pertenecía, han responsabilizado de las atrocidades a las fuerzas del Ejército Libre Sirio, rebeldes islamistas aliados de Turquía en su actual ofensiva contra el distrito fronterizo de Afrin en el noroeste del país árabe
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una ONG asentada en Reino Unido, recibió el vídeo grabado con un teléfono móvil en el que se observa el cuerpo de una miliciana kurda —abatida en un enfrentamiento armado— que yace en el suelo rodeada de hombres vestidos con uniforme militar de campaña. La parte superior de su cuerpo se muestra desnuda y se aprecian mutilaciones y cortes en sus pechos y órganos genitales. La grabación fue enviada al Observatorio por “un combatiente de los grupos rebeldes sirios que luchan con las fuerzas turcas”, según detalló a la agencia France Presse el director de la ONG, Rami Abdel Rahman, que calificó el contenido de la cinta como “una barbarie sin precedentes” en los cerca de siete años de guerra en Siria.
Ella se llamaba Amina Omar y tenía 23 años, pero era más conocida por el nombre de guerra de Barin Kobane. Se había curtido en la batalla para expulsar a las fuerzas del Estado Islámico en 2015 de la ciudad de Kobane (frontera turco-siria). Según han informado las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS)—la alianza de milicias kurdo-árabes respaldadas por Estados Unidos en la lucha contra el ISIS—, al portal informativo kurdo Rudaw, murió antes que sus restos fueran localizados por una patrulla enemiga.
El vídeo parece haber sido grabado el pasado martes cerca de la población de Bulbul, situada 30 kilómetros al norte de Afrin, la capital del distrito sirio del mismo nombre, que acababa de ser tomada por las fuerzas turcas y sus aliados. El Ejército de Ankara lanzó el 20 de enero una ofensiva general contra Afrin con el objetivo de desalojar a las milicias kurdas de este estratégico cantón, aislado del resto del territorio controlado por las YPJ a lo largo de casi toda la frontera turco-siria.
En otra cinta enviada también al Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, se escucha un hombre armado decir en árabe junto al cadáver de la combatiente: “Estos son los cerdos del PKK”, en referencia al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, la guerrilla alzada en armas contra el poder central en el sureste de Anatolia desde hace más de tres décadas, y que el Gobierno de Ankara asocia a las YPJ de Siria. Otro miliciano rebelde islamista añade: “Este será nuestro trofeo de guerra”.
La Coalición Nacional Siria, —la principal plataforma en el exilio de la oposición al régimen del presidente Bachar el Asad, en la que está integrado el Ejército Libre Sirio— ha condenado los “actos criminales” mostrados en los vídeos. También ha reclamado “la inmediata apertura de una investigación” para castigar a los responsables de las atrocidades, informa France Presse.
La difusión de los vídeos en las redes sociales ha desatado la indignación entre los kurdos, un pueblo sin Estado de 30 millones de habitantes que se extiende entre los territorios de Siria, Turquía, Irak e Irán. “Este comportamiento (de las fuerzas enemigas) nos recuerda a los abusos cometidos por el Estado Islámico”, afirmó una jefa militar de brigada femenina de las YPJ.
Las mujeres kurdas comenzaron a alistarse en unidades no combatientes de los peshmergas (milicianos) del norte de Irak antes de la caída del régimen de Sadam Husein. Su presencia en la primera línea de frente ha sido ahora constante en las filas de las fuerzas kurdas sirias durante el conflicto en el país árabe, donde las YPJ han sido la fuerza de choque sobre el terreno contra los yihadistas. Sus bajas también se han multiplicado.
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