Weah, investido presidente de Liberia
El exfutbolista culmina el primer traspaso de poderes de este país entre dos presidentes elegidos democráticamente en 74 años
Con el brazo derecho en el aire y el izquierdo sobre la Biblia, el exfutbolista George Weah se ha convertido este lunes en el nuevo presidente de Liberia tras jurar el cargo. Dentro de una elegante túnica blanca y con sus gafas doradas, Weah ha hecho pública, entre olas, aplausos y ovaciones de las 35.000 personas que abarrotaban el estadio Samuel Doe, su declaración de intenciones, sin poder evitar arrancar con algunas referencias a su pasado. “He pasado muchos años de mi vida en estadios, pero el de hoy es un sentimiento como ningún otro”, empezó el nuevo presidente, que toma el relevo de la polémica y galardonada Ellen Johnson Sirleaf. Sin embargo, Weah ha querido también garantizar “no habrá vencedores ni perdedores; hoy somos uno, y el futuro le pertenece a la gente de Liberia”.
Interrumpido por festejos de aprobación y con un discurso directo, Weah ha asegurado que llega dispuesto a construir una “nueva Liberia” guiada por la paz y la unidad, en la que desaparezcan “los cargos públicos que se llevan a sus bolsillos el dinero de los ciudadanos”, y en la que no existirá solo la capital, Monrovia, sino todos los condados del país. Apeló también a la “necesidad de integridad”, al “respeto por las diferencias religiosas, regionales y políticas”, y se comprometió a trabajar para el “interés nacional y no en el interés de algunos individuos”.
Tras escapar durante meses de las entrevistas de los periodistas —que le acusan de escudarse de su poca habilidad dialéctica— y entre el asentimiento convencido de los asistentes, el nuevo presidente de Liberia ha declarado que “es el momento de ser honestos”. “Finalmente, el cambio ha llegado a nuestro país”, aclamaba una mujer que asistió a la ceremonia de investidura con una bandera en mano y una camiseta con el rostro presidencial.
“Liberia está abierta para los negocios”, ha añadido el nuevo presidente tendiendo la mano a los inversores extranjeros, “pero nunca dejaré que se marginalicen los negocios liberianos”. Ha pedido un minuto de silencio para los muertos durante la guerra y ha prometido ocuparse de aquellos que han quedado al margen desde entonces: los ex niños soldado. Weah también ha tenido elogios para la expresidenta que este lunes le ha cedido el lugar, dejándole un país lleno de desafíos, con infraestructuras prácticamente inexistentes, un sistema de salud simbólico y con la postguerra aún por cicatrizar.
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