Las ostras dejan de ser un lujo en Portugal

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La ostra portuguesa ha dejado de ser producto de lujo. Al menos a efectos del Impuesto de Valor Añadido (IVA). El Gobierno ha decidido igualar su gravamen al de los productos básicos. Del 23% de IVA que se aplicaba a los bivalvos baja al 6%, al igual que la sardina, el resto del pescado y del marisco.

El cambio de criterio impositivo, en un Gobierno que hace equilibrios para ajustar presupuestos con un poco de aquí y otro poco de allá, obedece a la necesidad de competir con otros mercados de la ostra, en particular el francés. La carga del 23% estaba matando la acuicultura del país, particularmente la de la ostra. Actualmente salía más barato importar la ostra de Francia que comercializar la portuguesa.

Tampoco el cambio de criterio va a suponer hundir las arcas de Hacienda, pues la recaudación era tan pequeña que, incluso si aumenta la venta del animal, se podría recaudar más que hasta ahora.

La llegada del Gobierno socialista hace un año trajo un cambio en la aplicación del IVA, principalmente en el sector de la restauración. Desde julio los cafés, las bebidas básicas y las comidas dejaron de cotizar al 23% para pasar al segmento medio del 13%. Eso sí que impactó en las cuentas públicas ya que por esa vía el Estado recauda cientos de millones de euros.

Una mejora de las condiciones económicas del país va permitiendo aliviar la pesada carga fiscal sobre los portugueses y el consumo. Con la salida de la troika del país, hace dos años, el anterior Gobierno decidió dejar de gravar con el 23% el popular pan con chorizo. Digan lo que digan, cualquier tiempo pasado no fue mejor. Hoy se han igualado los impuestos de la ostra cotiza y del pan con chorizo.