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“El proceso de paz es el resultado de la victoria de los soldados y policías”

El general Mora, negociador del Gobierno, repasa el papel de los militares en el proceso y el posconflicto

Javier Lafuente
El general Mora, negociador del Gobierno.
El general Mora, negociador del Gobierno.

Hace cuatro años Jorge Enrique Mora (Cúcuta, 1945) viajaba a Oslo para encontrarse frente a frente con los que habían sido sus enemigos durante 42 años de vida militar. Semanas atrás, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, había decidido que Mora, excomandante de las Fuerzas Militares, integrara el equipo negociador del Gobierno con las FARC. En aquel momento no sabía muy bien cómo comportarse y le preguntó a Humberto de la Calle, líder del equipo: ¿Debo ser amable?. “Nunca pensé que iba a terminar sentado en una mesa de conversaciones con ellos”, admitía horas antes de la firma de la paz, el pasado lunes, en Cartagena de Indias. “Acepté la invitación porque lo consideraba el reconocimiento al sacrificio de las instituciones. El primer día, en Oslo, le di vueltas, pero con los años hemos conseguido una relación respetuosa, ellos siempre se dirigían a mí como ‘general Mora’ y yo les llamaba por el apellido”.

Durante los cuatro años de conversaciones las FARC han guardado un profundo respeto por el general Mora y por el general Naranjo, el que fuera director de la Policía. A diferencia de lo que les ocurría con otros representantes del Gobierno, con ellos hablaban el mismo lenguaje: el de la guerra. “El tiempo va limando asperezas, acercando a las personas, surge un chiste, una risa que da pie a intercambiar memorias del combate, siempre manteniendo la distancia”, explica.

La hoja de vida de Mora le sitúa como el responsable de la restructuración y remodelación de las fuerzas militares durante el Gobierno de Andrés Pastrana. Por aquel entonces, contaban con unos 150.000 hombres, una cifra que se multiplicó durante el mandato de Álvaro Uribe, que nombró a Mora máximo responsable de las fuerzas militares, teniendo a su cargo a más de 300.000 soldados. Él fue el encargado de dar los primeros pasos de Plan Patriota, la piedra angular de la Seguridad Democrática con la que Uribe, con el respaldo de Estados Unidos, logró minar a las FARC. “El argumento de que no hay vencedores ni vencidos es el de la guerrilla. Ante el país, ante el mundo, el hecho de habernos sentado a negociar fue el resultado de la victoria de nuestros soldados y policías. Pero la victoria no significa el extermino, eso nunca ha pasado en ninguna guerra. Hemos logrado el objetivo político, que era acabar con el conflicto”.

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Mora asume que cuatro años en La Habana le han hecho ver de otra forma a la contraparte. “Antes los veía a través de vídeos o fotografías, tenerlos de frente como personas me permitió ver al ser humano en el guerrillero. Los veo con sentimientos, preocupaciones, gente que creo que tomaron un camino equivocado”. Esa percepción que tiene ahora de ellos no le impide seguir siendo crítico con la actitud de la guerrilla. “Yo quisiera que el cambio de las FARC fuera más profundo. Les está faltando humildad y mayor visión política. Si no cambian su forma de pensar, de creer que los colombianos les ven victoriosos, están totalmente equivocados”.

Sobre los retos que afrontan las fuerzas militares y la policía para el posconflicto, Mora no tiene dudas de que “hay que hacer cambios en el interior de la organización para poder seguir siendo sólidas y fuertes de cara a proteger la vida de los colombianos, incluidos los guerrilleros de las FARC cuando se incorporen a la sociedad”. Además, rechaza que haya división alguna entre los militares ante este proceso. “Durante la guerra se dedicaron a defender la sociedad; durante las negociaciones, a defender sus posiciones y a lograr un acuerdo, que incluye la entrega de las armas de las FARC”.

Designado por Uribe como máximo responsable de las fuerzas militares, Mora guarda un “profundo respeto” por el expresidente colombiano y prefiere no entrar a debatir sobre su frontal rechazo a lo negociado. “Creo que gran parte de lo que celebramos ahora se debe a lo que él hizo. La historia se encargará de juzgar si está en lo cierto o debería haber tomado otra posición. Tanto Uribe como Pastrana deberían estar en este momento disfrutando de los éxitos, porque ellos tienen buena parte de la culpa”.

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Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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