Cinco trabajadores sanitarios mueren en un bombardeo al sur de Alepo
Washington insiste: “Hacemos responsable a Rusia del ataque al convoy humanitario”
Cinco trabajadores sanitarios de un centro de asistencia médica en el sur de la provincia norteña siria de Alepo murieron la noche del martes en un bombardeo de aviones no identificados, informó hoy su organización y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Por otra parte, Washington ha vuelto a culpar a Rusia del bombardeo de un convoy de Naciones Unidas y la Media Luna Roja, que fue atacado, este lunes, cuando llevaba ayuda humanitaria para 78.000 personas cercadas en Urm al Kubra, en la provincia siria de Alepo.
La Unión de Atención Médica y Organizaciones de Asistencia señaló en su página de Facebook que fueron cinco los empleados de esa instalación sanitaria que perdieron la vida durante un ataque.
El Observatorio rebajó, en un primer momento, a cuatro el número de enfermeros y de miembros del personal paramédico muertos, y agregó que junto a ellos perecieron nueve combatientes del Frente de la Conquista del Levante (antigua filial de Al Qaeda) y de otras facciones. Más tarde confirmó la muerte de un quinto trabajador.
La ONG destacó que se trata de un bombardeo perpetrado por aviones castrenses, pero no precisó su origen, y no descartó que la cifra de víctimas mortales aumente porque hay heridos en estado grave.
Washington acusa a Moscú del ataque al convoy humanitario
"Toda nuestra información indica claramente que hubo un bombardeo [que destruyó el convoy humanitario]. Eso significa que solo pudo haber dos entidades responsables", ha dicho el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Ben Rhodes, en referencia a Rusia y Siria.
La acusación llega inmediatamente después de que Moscú negase cualquier responsabilidad en el ataque, que se saldó con la destrucción de 18 de los 31 vehículos que componían el convoy. Una veintena de civiles y un trabajador de la Media Luna Roja Siria (SARC) perdieron la vida. "Ni aviones rusos ni sirios llevaron a cabo bombardeos contra un convoy de Naciones Unidas en el suroeste de Alepo", proclamó el Ministerio de Exteriores de Rusia en un comunicado. Horas después, el Ministerio de Defensa ruso publicó un vídeo en el que se ve un vehículo conducido por fuerzas rebeldes —"terroristas" para Moscú— que transporta un mortero circulando junto al convoy atacado. "En el vídeo se ve con claridad cómo los terroristas despliegan junto a la columna una camioneta con un mortero de gran calibre", afirmó en un comunicado Ígor Konashénkov, portavoz de este Ministerio, que intentó sembrar dudas sobre si el mortero cubría al convoy humanitario o "era totalmente al contrario".
A Washington no le han bastado las explicaciones de Moscú. "Hacemos responsable al Gobierno ruso de los bombardeos en este espacio aéreo, dado su compromiso con el cese de hostilidades respecto a las operaciones aire-tierra en sitios donde había flujo humanitario", ha remachado Ben Rhodes, según ha informado la cadena de televisión estadounidense CNN.
White House: Russia responsible for aid convoy strike, regardless of whose planes attacked https://t.co/bV4M1MRm21 pic.twitter.com/asjazUagep
— CNN (@CNN) September 21, 2016
Según dos fuentes norteamericanas consultadas por la agencia Reuters, dos aviones SU-24 de Rusia sobrevolaban la zona en el momento en que se produjo el ataque. Dichas fuentes citan información de los servicios de Inteligencia de Estados Unidos. Además, un responsable del principal bloque de la oposición política en siria, Riad Hajib, ha asegurado que solo Rusia y Siria tenían aviones en esa área. "Nadie más tenía aviones en esa zona"; dijo.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos también acusa a la aviación del régimen del ataque al convoy, que ha motivado que la ONU suspenda el envío de ayuda humanitaria a Siria. La ONU se volcará este miércoles de lleno para intentar destrabar la búsqueda de soluciones para la guerra en Siria con una reunión del Consejo de Seguridad que se desarrollará en medio del incremento de las tensiones entre EE UU y Rusia, tanto por el bombardeo de la caravana humanitaria como por la muerte de 62 militares sirios en otro bombardeo, que el Pentágono atribuye a un error.
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha reclamado este martes una investigación sobre el bombardeo, que duró tres horas y fue llevado a cabo en una zona en la que no había objetivos militares. "El aparente ataque contra un convoy humanitario que había recibido permiso para operar y un conocido almacén de ayuda pone en duda que fueran intencionados", ha dicho la subdirectora de HRW para Oriente Próximo, Lama Fakih.
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