_
_
_
_
_

Temer y May se estrenan en la cumbre de Hangzhou, la despedida asiática de Obama

China acoge un G20 en el que quiere consagrarse como líder

Macarena Vidal Liy
Soldados chinos esperan la llegada de los líderes a la cumbre del G20, este viernes en el aeropuerto internacional de Xiaoshan (Hangzhou).
Soldados chinos esperan la llegada de los líderes a la cumbre del G20, este viernes en el aeropuerto internacional de Xiaoshan (Hangzhou). ROLEX DELA PENA (EFE)

La agenda de la cumbre del G20 que se inaugura el domingo en Hangzhou, fijada por los anfitriones chinos, está dominada oficialmente por asuntos económicos; aun así, la geopolítica tendrá un papel protagonista. Especialmente jugada entre bambalinas, en las reuniones bilaterales, formales o informales, de los líderes participantes en este encuentro que agrupa al 80% de la economía global. Estas serán algunas de sus claves:

Más información
China busca asombrar al mundo con el G20 como hizo en los Juegos de 2008
El presidente de Brasil llega al G20 en China en busca de legitimidad
Mauricio Macri viaja a China en busca de inversiones

Los que se estrenan

Varios dirigentes tendrán su presentación en foros internacionales. Es el caso de Michel Temer, que emprendió vuelo hacia China inmediatamente después de que el Congreso brasileño confirmara la destitución de Dilma Rousseff. Temer tiene previsto reunirse con el presidente en funciones del gobierno español, Mariano Rajoy, el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Nayef, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y el propio jefe de Estado chino, Xi Jinping.

La primera ministra británica, Theresa May, también debutará en una cumbre mundial. Aunque la salida de su país de la Unión Europea no figura como uno de los asuntos a tratar oficialmente en la cumbre, sí es uno de los factores que tendrán en cuenta los dirigentes en sus conversaciones sobre la economía mundial. May también deberá tratar con los anfitriones chinos sobre el futuro de la central nuclear de Hinckley Point, de inversión china y que ahora se encuentra en entredicho, algo que ha tensado las relaciones bilaterales.

Los que se reestrenan

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El turco Recep Tayyip Erdogan comparece por primera vez en una reunión internacional desde el intento de golpe de Estado de julio, que ha complicado aún más las relaciones entre Ankara y sus aliados. Uno de los encuentros más esperados en los márgenes de la cumbre es el que Erdogan celebrará con Barack Obama, para tratar sobre la situación interna de su país y la estrategia hacia Siria.

Los que se despiden

Es el último G20 y la última visita a Asia de Barack Obama como presidente. Las elecciones estadounidenses, dentro de apenas dos meses, serán uno de los elementos de fondo de la cumbre.

Obama, que durante su mandato ha hecho del giro hacia Asia Pacífico una de las bases de su política exterior, llega dispuesto a hacer una defensa entrégica de una de las piezas claves de esa estrategia: la alianza transpacífica, o TPP, el tratado de libre comercio entre 12 países que vinculará ambas orillas del pacífico y del que China, por el momento, está excluida. Obama no ha conseguido aún la ratificación en el Congreso de EEUU.

Se espera que Obama también mantenga una charla informal con el presidente ruso, Vladimir Putin.

El último encuentro

Este sábado Obama y Xi celebrarán su última reunión oficial, seguida de una cena. Las relaciones entre ambos ejecutivos, que comenzaron de manera esperanzadora, se han enrarecido gradualmente. Pekín contempla con escepticismo el giro de Washington hacia Asia Pacífico, EEUU lo que considera una presión excesiva de China hacia sus vecinos más débiles en la región. No habrá, según explicaba en una reunión con periodistas en Washington Michael Green, del CSIS, “ninguna gran declaración conjunta como vimos al principio del mandato, ninguna celebración”. Sí se espera, por contra, que renueven su compromiso de cooperación en la lucha contra el cambio climático.

La agenda oficial

La cumbre, cuyos países participantes representan el 80% de la economía mundial, tiene como lema “Hacia una Economía Mundial Innovadora, Reforzada, Interconectada e Incluyente”. China, que aspira a demostrarse un actor central a la hora de resolver los problemas económicos mundiales, quiere centrar las conversaciones en el crecimiento mundial, el comercio electrónico y el libre comercio. Pero, precisamente esta semana, tanto el embajador alemán como la Cámara de Comercio Europea en China han denunciado la desigualdad que padecen sus empresas en el acceso a los mercados chinos, mucho más restringido que el que disfrutan las compañías chinas en la UE.

La sobrecapacidad

El exceso de capacidad de producción, especialmente en el sector del acero, ha sido a lo largo de este año uno de los asuntos dominantes en las reuniones ecónomicas internacionales, y uno de los grandes puntos de fricción de China con Bruselas y Washington. China acapara la mitad de la producción mundial de esa aleación.

Entre bambalinas

Pekín veta que el asunto se trate en público, pero las disputas territoriales en el mar del este y sur de China serán otro de los asuntos de fondo de la reunión. El Gobierno de Xi JInping rechaza el laudo de una corte de arbitraje internacional que ha desestimado los argumentos de soberanía chinos en las aguas que se disputa con sus vecinos a su sur. Estados Unidos insiste en que el dictamen debe respetarse.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_