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Chile exigirá visa a los diplomáticos bolivianos

La medida fue anunciada por el Gobierno de Bachelet luego de la controvertida visita del canciller de Bolivia, David Choquehuanca

Rocío Montes
La presidenta chilena en el Palacio de La Moneda.
La presidenta chilena en el Palacio de La Moneda.CLAUDIO REYES (AFP)

La polémica visita que este lunes y martes realizó a Chile el canciller boliviano, David Choquehuanca, ha provocado una inmediata y enfática reacción del Gobierno de Michelle Bachelet. Luego de que el ministro de Evo Morales llegara a las ciudades de Arica y Antofagasta y denunciara irregularidades en la carga boliviana de los puertos chilenos, Chile ha anunciado esta tarde que terminará con los beneficios en visas diplomáticas para Bolivia. En definitiva, que a diferencia de lo que señala el convenio vigente de 1995, las autoridades bolivianas deberán pedir autorización antes de ingresar a territorio chileno. 

“El abuso desafiante a la soberanía y a la ley chilena que ha pretendido inútilmente el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia y su comitiva lleva al Gobierno de Chile a iniciar los trámites previstos en la Constitución para denunciar el Acuerdo entre Chile y Bolivia sobre exención del requisito de visa para los titulares de pasaportes diplomáticos, oficiales, especiales y de servicios de 1995”, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores chileno a través de un comunicado. “De aquí en adelante, las autoridades y funcionarios bolivianos que deseen ingresar al territorio nacional deberán hacerlo con visa, debidamente estampada en un pasaporte”.

La reacción de La Paz fue instantánea: "Eliminar visa diplomática por parte de #Chile es una política de escarmiento rencoroso y una actitud de distanciamiento diplomático", escribió el presidente Morales en su cuenta de Twitter. "Algunas autoridades de #Chile hagan lo que hagan, digan lo que digan, ahora #Bolivia se respeta. Son nuevos tiempos con identidad y dignidad". 

El canciller Choquehuanca llegó a Chile el lunes sin ser invitado por las autoridades locales, en una visita que supuestamente tenía carácter privado. Arribó al puerto de Arica, sin embargo, acompañado de una comitiva de unas 60 personas, conformada por parlamentarios, embajadores y periodistas, entre otros. Su intención era inspeccionar las condiciones en que trabajan los transportistas de su país en el puerto del norte de Chile, de acuerdo a las reglas de libre tránsito vigentes.

Pero la visita no se pudo realizar de inmediato. Cuando Choquehuanca llegó a eso de las nueve y media de la mañana a la puerta del Terminal Portuario de Arica (TPA), Bolivia no había gestionado con suficiente antelación la solicitud de ingreso. De acuerdo a las autoridades chilenas, se debe presentar con 15 días de anticipación –para coordinar asuntos como el traslado y los implementos de seguridad–, y el equipo de Choquehuanca la entregó 15 minutos antes de la visita. La versión boliviana indica que se había gestionado hace cinco días.

Sea como fuere, Choquehuanca ingresó por la tarde, a las tres y media, luego de seis horas de espera. El Gobierno boliviano reaccionó con molestia y el presidente Morales llegó a decir que se había “bloqueado” la entrada de su ministro: “Tienen miedo, porque no quieren que se sepa la verdad”. Desde Santiago, el canciller Muñoz replicaba: “Las autoridades de Chile no le tienen temor alguno a nada”. Luego de una controvertida jornada, Choquehuanca denunció irregularidades y supuestos episodios de discriminación en los puertos chilenos, que son usados por Bolivia para sacar su mercadería al Pacífico, según establece el Tratado de 1904. Algo similar ocurrió este martes, luego de su visita al puerto de Antofagasta. Para el ministro de Relaciones Exteriores chileno, "en cien años nunca (Bolivia) había hecho las cosas que hemos presenciado”.

La decisión del Gobierno de Chile de pedir visa a las autoridades bolivianas no afectará al resto de los ciudadanos bolivianos, portadores de documentos de identidad, que residen y visitan el territorio chileno. De acuerdo a Chile, “continuarán siendo cordialmente bienvenidos”. Antes de comenzar a regir, la iniciativa deberá ser aprobada por el Parlamento chileno, donde todo indica que será apoyada por amplia mayoría: las características que tuvo la visita del canciller Choquehuanca ha sido criticada por dirigentes y líderes de opinión de todo el espectro político, incluso por quienes apoyan la demanda marítima. “Si es una provocación, lo más adecuado es no seguirla”, indicó el senador chileno Alejandro Navarro, del Movimiento Amplio Social (MAS). 

Los vínculos entre Chile y Bolivia han ido escalando en intensidad. Sin relaciones diplomáticas desde 1962, Bolivia demandó a Chile en 2014 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por una salida soberana al Pacífico. En junio pasado, luego de las amenazas de Morales, Chile demandó a Bolivia ante La Haya por el Silala. La ofensiva chilena pretende demostrar que son aguas internacionales, a diferencia de lo que señaló el presidente.

Entre otros asuntos, Bolivia denuncia que Chile vulnera el Tratado de 1904 sobre la salida del mercancía boliviana por los puertos chilenos. Las autoridades del Gobierno de Bachelet, sin embargo, han reiterado que actualmente Bolivia ocupa el puerto chileno de Arica en condiciones que no tiene ningún otro país mediterráneo. Tiene libertad total de tránsito, no paga impuestos y puede dejar sus productos por meses sin pagar nada, a diferencia de las propias empresas chilenas. De acuerdo a Chile, Bolivia tiene la posibilidad de tener agencias aduaneras, algo inusual en países que tienen salida al mar de este tipo. En definitiva, que el 80% de sus exportaciones sale de la ciudad chilena de Arica y que el 80% del puerto de Arica está dedicado exclusivamente a Bolivia.

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Sobre la firma

Rocío Montes
Es jefa de información de EL PAÍS en Chile. Empezó a trabajar en 2011 como corresponsal en Santiago. Especializada en información política, es coautora del libro 'La historia oculta de la década socialista', sobre los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. La Academia Chilena de la Lengua la ha premiado por su buen uso del castellano.

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