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El juez manda al banquillo a la mujer del presidente del congreso de Brasil

Cláudia Cruz, esposa de Eduardo Cunha, responderá por lavado de dinero. El magistrado Sergio Moro, encargado del caso Petrobras, toma el asunto

Claudia Cruz y Cunha, en noviembre del año pasado.
Claudia Cruz y Cunha, en noviembre del año pasado.Pedro Ladeira (Folhapress)
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Hace unos días, la justicia brasileña apartaba del cargo a Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de los Diputados. Y ahora su mujer, la periodista Cláudia Cruz, se tornó la integrante más reciente de la colección de acusados del juez Sérgio Moro, responsable por juzgar los procesos del caso Petrobras en Curitiba. Moro ya ha condenado nada menos que a 105 personas. El magistrado aceptó la denuncia hecha por la Fiscalía contra Cruz por los crímenes de blanqueo de dinero y evasión de divisas (envío de dinero al exterior sin declararlo al fisco).

Según la denuncia, Cláudia Cruz controlaba una cuenta en el exterior que contenía dinero procedente de los sobornos que Cunha recibió de Petrobras. Los investigadores señalaron que Cláudia Cruz era “plenamente consciente” de los crímenes que perpetraba y era la “única titular” de la cuenta en nombre de la empresa offshore Köpek, en Suiza. En el documento, los fiscales afirman que la cuenta se usaba para pagar “gastos en el exterior realizados con tarjeta de crédito que sumaban más de un millón de dólares en el plazo de siete años”, entre 2008 y 2014, “un valor totalmente incompatible con el sueldo y el patrimonio lícito de su marido”.

Para los investigadores, “las pruebas demuestran que los denunciados desviaban dinero de las arcas de Petrobras, que se abastecían de las arcas públicas. En resumen, hay pruebas de que Eduardo Cunha y Cláudia Cruz se beneficiaron de recursos públicos que se convirtieron en bolsos de lujo, zapatos de marca y otros bienes de uso privado”.

Casi todo el dinero de la empresa Köpek se originó en las cuentas de Triumph SP, Netherton y Orion SP, empresas pertenecientes a Eduardo Cunha. El diputado, un de los principales impulsores del processo de destitución de Dilma Rousseff y suspendido temporalmente, recibió sobornos en estas tres cuentas y transfirió parte del valor a Köpek. En total, Cunha recibió 1,5 millones de dólares para posibilitar la adquisición, por parte de Petrobras, de un campo de explotación de petróleo en África en 2011.

El juez también dio cinco días, a partir del pasado jueves, para que la Fiscalía tome una decisión con relación a la hija de la pareja, la publicitaria Danielle Dytz, que también se habría beneficiado de los recursos ilícitos a pesar de no ser titular de ninguna de las cuentas. Los investigadores también señalaron gastos de grandes sumas de dinero realizados por Danielle con tarjetas de crédito en el exterior. En la denuncia contra Cláudia Cruz, la Fiscalía afirma que “continuará investigando para averiguar con exactitud cuál era la actuación de Danielle”.

A finales de abril, Cláudia Cruz y Danielle declararon ante los investigadores del caso Petrobras. Por aquel entonces, Cruz dijo que su marido era el responsable de la cuenta en el exterior y que era él quien autorizaba las compras de lujo que tanto ella como su hija hacían. La periodista afirmó que desconocía cuál era el saldo de la cuenta y que no lo había declarado a hacienda porque el responsable de hacerlo era Eduardo Cunha.

Miedo hacia Moro

El juez Sérgio Moro se ha destacado a lo largo del caso Petrobras por acelerar los procesos. Además de conseguir un alto índice de condenas, el magistrado ha juzgado los casos en cuestión de semanas, una vez aceptadas las denuncias de la Fiscalía. De ahí el temor Cunha y su familia de que sus casos estén en manos del juez.

Al principio, las denuncias contra la mujer e hija de Cunha formaban parte de uno de los procesos contra el diputado, que, aunque esté temporalmente suspendido, está aforado y solo lo puede juzgar el Supremo Tribunal Federal. Sin embargo, Cláudia Cruz y Danielle no tienen ese derecho, por lo que el Supremo ha enviado parte del caso a la justicia común y ha desmembrado el proceso. Los abogados de la familia y el propio Cunha siempre se han manifestado contrarios a esta decisión, llegando a publicar una comunicado el pasado marzo: “Me extraña el desmembramiento realizado por el Fiscal General de la República, que refuerza claramente que hay un trato desigual en cuestiones relativas a mí y por mí denunciadas en varias ocasiones”, dijo.

Mediante un comunicado divulgado el pasado jueves, Eduardo Cunha afirmó que su esposa tenía una cuenta en el exterior “dentro de las normas de la legislación brasileña, declaradas a las autoridades competentes”. Tambien dijo que los recursos ingresados en la cuenta “no tienen nada que ver con recursos ilícitos o beneficios indebidos”.

Sérgio Moro también aceptó las denuncias contra tres personas más: el empresario portugués del sector del petróleo, Idalecio de Castro Rodrigues de Oliveira, por corrupción activa y blanqueo de dinero; el cabildero que representaba los intereses del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), João Augusto Rezende Henriques, por corrupción pasiva, blanqueo de dinero y evasión de divisas; y el exdirector de Petrobras, Jorge Luiz Zelada, por corrupción pasiva.

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