Bulgaria investiga la muerte de un refugiado afgano en su frontera
Es la primera vez que un inmigrante es abatido a tiros desde que empezara la crisis migratoria en Europa
En el primer episodio de muerte violenta desde que estallara la crisis migratoria en Europa, la muerte esta madrugada de un refugiado afgano por un disparo de la policía de fronteras búlgara es el último, y más grave, de una serie de incidentes en la frontera que Bulgaria comparte con Turquía, sobre los que se ciernes graves acusaciones de violencia policial y devoluciones en caliente (pushback, en la jerga legal). En los últimos meses, tanto la Comisión Europea como la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), además de la organización Human Rights Watch, han pedido explicaciones a Sofía sobre la suerte de un número indeterminado de refugiados a los que, tras sustraérseles sus escasas pertenencias, se devolvió al otro lado en flagrante violación de la Convención del Refugiado, de la que el país es signatario. Las autoridades búgaras rechazan estas acusaciones y aluden a la gran presión migratoria a sus puertas.
Igual que Grecia a lo largo del río Evros, su demarcación natural con Turquía, Bulgaria ha levantado una valla electrificada, con alambradas y sensores térmicos, que pretende blindar los 160 kilómetros de frontera que también comparte con el país euroasiático para ‘frenar’ el paso de los refugiados e inmigrantes. El fallecido esta madrugada, un hombre entre 20 y 30 años, había entrado ilegalmente en territorio búlgaro, junto al pueblo de Sredez, con un grupo “organizado” —según la policía— de medio centenar de afganos cuando uno de los agentes intentó impedir su paso haciendo disparos al aire; una de las balas, de rebote, causó la muerte al afgano prácticamente en el acto, según la explicación del Ministerio del Interior. El resto de los afganos fueron detenidos y trasladados a un centro para refugiados en Elhovo.
El primer ministro búlgaro, Boiko Borisov, que en el momento del incidente se encontraba en Bruselas en la cumbre sobre refugiados, regresó inmediatamente a su país al tener conocimiento del incidente. La fiscalía ha abierto inmediatamente una investigación para dilucidar cómo la bala rebotó y alcanzó al hombre.
Frente a la explicación oficial de las autoridades, ACNUR solicitó de inmediato una investigación independiente sobre el incidente. “Estamos consternados por el incidente. Urgimos a las autoridades búlgaras a llevar a cabo una investigación inmediata sobre lo sucedido y a hacer públicos los resultados. Los países deben proteger sus fronteras, pero teniendo en cuenta también la protección de las personas que solicitan asilo”, señaló este viernes en Ginebra un portavoz de la organización.
Muerte de dos iraquíes
No es la primera vez que ACNUR pide explicaciones a Sofía. La agencia de la ONU solicitó una investigación sobre la muerte, en marzo, de dos iraquíes de la minoría yazidí que huían del Estado Islámico, y que fueron supuestamente golpeados por la guardia de fronteras. Los dos hombres murieron justo al otro lado de la frontera, en Turquía, aparentemente a consecuencia de los golpes y de hipotermia. Un tercero tuvo que ser ingresado en un hospital en Edirne, la ciudad turca fronteriza.
Bulgaria, Estado miembro de la Unión Europea, aspira a ingresar en el espacio Schengen, para lo cual ha intensificado la vigilancia de sus fronteras; de hecho el paso del grupo de afganos fue detectado por el sistema integrado de protección fronteriza. Si en 2013 fueron 11.500 las personas que entraron irregularmente en el país, en 2014 sólo lo lograron 6.000 de los 40.000 que lo intentaron. En lo que va de año, han llegado al país 11.000 solicitantes de asilo, y las autoridades esperan que la cifra alcance los 15.000 en diciembre. Durante la crisis migratoria que conoció su apogeo en agosto y septiembre, el paso turco-búlgaro aparece como secundario en comparación con el corredor habitual Grecia-Macedonia-Serbia.
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