Nelson Barbosa: “Brasil volverá a crecer en el último trimestre del año”

El ministro brasileño de Planificación, Presupuestos y Gestión, Nelson Barbosa, el segundo hombre fuerte del Gobierno de Dilma Rousseff, confía en que el plan de infraestructuras cambie la actual moribunda economía brasileña. El plan es ambicioso, sobre todo por la prevista vía férrea que, en un futuro, y si todo sale como está planeado, unirá a Brasil con el Océano Pacífico atravesando Perú y que servirá, entre otras cosas, para exportar soja a China. Barbosa confía en que salga adelante y en que el crecimiento regrese al gigante latinoamericano a finales de año.

Pregunta. La reciente detención de los presidentes de las dos mayores empresas constructoras de Brasil, ¿no afecta al plan de infraestructuras?

Respuesta. No. Brasil tiene capacidad de ingeniería y de construcción como para llevar a cabo estas obras a pesar de esas detenciones.

P. ¿No es demasiado ambiciosa la vía férrea hasta el Pacífico?

R. Es un proyecto ambicioso, pero es que Brasil es un país del tamaño de un continente con 200 millones de habitantes. Pero es importante resaltar que esta vía férrea ya tiene algunos tramos hechos y que se puede ir haciendo por partes. Por increíble que parezca, la parte que puede estar terminada antes puede ser la del medio.

P. Muchos especialistas aseguran que esta vía férrea es inviable desde el punto de vista económico…

R. Es prematuro asegurar que es inviable, porque aún estamos elaborando los estudios definitivos. Lo que muchos expertos dicen es que, teniendo en cuenta los costos actuales, sale más barato exportar el grano por el Canal de Panamá. Es una obra en la que están involucrados tres países: Perú, China y Brasil. Hoy tal vez sea más barato pasar por el Canal de Panamá, pero, ¿y de aquí a 20 años? Eso es algo que tenemos que tener en cuenta. Esta vía férrea es una cuestión estratégica.

P. Hay empresas extranjeras que desean invertir en Brasil, pero se quejan de que en el país hay mucha burocracia y que el país es muy proteccionista…

R. La burocracia, independientemente de lo que estamos haciendo en el plan de infraestructuras, está reduciéndose de forma generalizada. Hemos creado un programa, el Pense Simples (Piense Simple) para tratar de reducir la burocracia, no solo para las empresas, sino para el día a día de la gente. En el caso de concesiones de este plan, el concurso requiere algunas cuestiones específicas, pero las constructoras internacionales pueden venir a asociarse con las brasileñas.

En el 2016 la recuperación económica va a ser más fuerte

P. ¿Cómo se gobierna ante una impopularidad tan grande como la que sufre Dilma Rousseff actualmente?

R. El desafío económico es grande, pero también la capacidad de superación de Brasil. La popularidad se gana y se pierde, lo importante es tener credibilidad y dar resultados. Es natural que el ambiente político se vuelva muy volátil. El reto es mantener el consenso político y llevar a cabo esta travesía en este período tan difícil.

P. ¿Cuándo se recuperará Brasil?

R. Las propias previsiones del mercado predicen que el PIB volverá a crecer en el último trimestre de este año. Cayó en el primer trimestre, cae en el segundo, se estabilizará en el tercero y crecerá de nuevo en el cuarto. Estamos tratando de anticipar esta recuperación. En cualquier caso, en el 2016 la recuperación va a ser más fuerte.

P. ¿Y conseguirán reducir el desempleo?

R. El desempleo es algo que tarda. Se necesita tiempo para que se recupere el mercado laboral. Aunque yo no creo que esto vaya a generar una alta tasa de desempleo (actualmente se encuentra en torno al 5%). Y a diferencia del pasado, y a pesar de que no es como en Europa, Brasil cuenta con una red grande de seguridad social que disminuye los costes de esta situación económica.

P. ¿Existe el riesgo de que después de recuperarse recaiga?

R. No, la recuperación será gradual, pero sostenible.

P. ¿Y ese crecimiento se va a mantener en torno al 3%?

R. Sí. La tasa media de crecimiento, en la época del final del Gobierno de Lula y el primero de Dilma, fue alrededor del 4%. Crecer un 3% es el equivalente a un 5% en los años 80, cuando la población crecía a un 2%.

P. Chile y Paraguay tienen tasas más altas...

R. Nadie está en contra de un crecimiento más alto. Pero ese 3% de media refleja el crecimiento de la población y su productividad. Aumentar la productividad en un 2% por año es un reto muy grande. En las condiciones que está hoy en día el mercado internacional, más el ajuste fiscal y la necesidad de contener la inflación, alcanzar un crecimiento del 3% es ya un gran avance. Una vez normalizada la situación económica, nada impide la llegada de una nueva época de un crecimiento más acelerado.