La justicia argentina libra de la cárcel a una exministra kirchnerista

La justicia argentina libró este lunes de la pena efectiva de prisión contra la exministra de Economía kirchnerista Felisa Miceli. Economista de 62 años, Miceli había sido ministra del Gobierno de Néstor Kirchner entre 2005 y 2007, cuando debió renunciar en medio de un escándalo porque la Policía halló en el baño de su despacho una bolsa sin declarar con 100.000 pesos (31.000 dólares de entonces) y 31.000 dólares en efectivo. En una primera instancia, la exfuncionaria fue condenada en 2012 a cuatro años de prisión por encubrimiento agravado de una maniobra irregular y por sustracción ocultamiento de documento público, pero ese fallo fue revisado y terminó siendo sentenciada a tres años, una cantidad de tiempo que en Argentina no exige el arresto efectivo salvo que la culpable cometa otros delitos.

Miceli es la única kirchnerista que ha sido condenada por un caso de corrupción, después de 12 años de Gobiernos de Kirchner (2003-2007) y su viuda y sucesora, Cristina Fernández. A diferencia de otros casos que aún son investigados por la justicia, la entonces ministra se distinguió por dimitir poco tiempo después de revelarse el hallazgo de la bolsa con dinero. Fue el periodista Jorge Lanata quien contó el escándalo en el periódico Perfil. Era plena campaña para la primera elección presidencial de Fernández.

Un tribunal federal la condenó primero a cuatro años de prisión y a ocho años de inhabilitación para la función pública. Pero la economista apeló ante la Cámara de Casación (tribunal de revisión de fallos), que ratificó su culpabilidad pero consideró que la pena estaba mal fundamentada. Así fue que otro tribunal federal acabó reduciendo la sentencia. Antes de su decisión, escuchó a una Miceli arrepentida, entre llantos, prometiendo que nunca más volvería a la función pública. Los magistrados la libraron de la cárcel y le prohibieron volver a trabajar en el Estado por seis años.

La justicia argentina, mientras tanto, continúa con diversas investigaciones de presunta corrupción contra Fernández y otros funcionarios y exfuncionarios de su Gobierno, pero entre las causas más avanzadas están aquellas en las que ha sido procesado el vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, por supuestos sobornos y falsificación de documentos públicos. Pero no solo en el kirchnerismo hay procesados. También uno de los dos principales candidatos presidenciales de la oposición, el conservador Mauricio Macri, alcalde de Buenos Aires, está imputado por presunto presionaje y en otra causa por vejámenes de un grupo que él creó para desalojar a los sin techo de las plazas de la capital.