“El informe debería ser el principio, no el final”
La responsable del grupo de derechos humanos pide que la difusión del documento del Senado lleve a más investigaciones sobre la CIA

Sarah Margon, directora de la oficina de Human Rights Watch en Washington, analiza en una entrevista telefónica los principales hallazgos y el impacto de la difusión del informe del Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos sobre el programa de interrogatorio y detención de la CIA.
Pregunta: ¿Qué opina del informe?
Respuesta: Pese a que su difusión llega con retraso y las correcciones son desafortunadas, supone el inicio de un proceso hacia la rendición de cuentas.
P: ¿Le sorprenden los hallazgos?
R: Desde hace tiempo, no hay duda de que hubo torturas, pero es duro ver los detalles y saber exactamente que la CIA sabía lo que hacía.
P: ¿Cree que hay detalles por conocer?
R: El hecho de que la CIA pudiera editar el informe tan intensamente indica que son necesarias investigaciones más extensas. Esto debería ser el principio, no el final.
P: ¿Qué tipo de investigaciones?
R: Estaría bien que EE UU revelara dónde estaban algunos de estos centros para entender mejor el proceso. Pero como un punto de inicio, [la difusión del informe] es tremendamente importante.
P: ¿Cree que no debería haber detalles tachados en el informe?
R: Lo mejor sería que hubiese el mínimo posible. El programa está difunto. Y como parte de este proceso de rendición de cuentas, el público estadounidense y mundial necesita saber el máximo posible de lo sucedido.
P: ¿Qué más cree que debería investigarse?
R: La Administración Obama se ha mostrado reticente a liderar procesamientos, pero la evidencia es convincente y está bastante claro que la CIA sabía que lo que hacía era ilegal. Pienso en procesos contra altos cargos, pero veamos a qué podría llevar una investigación.
P: Pero todo apunta a que no habrá más investigaciones.
R: No confío en que las haya. Pero este informe es un primer paso muy importante.
Es un proceso que muestra que EE UU no es invulnerable y que cuando las cosas van mal tenemos la capacidad de arreglarlas"
P: Obama ha dicho que estas técnicas tienen que permanecer en el pasado. ¿Confía en ello?
R: Obama tiene el crédito de haber prohibido la tortura al llegar a la presidencia en 2009. Creo que el precedente está allí, pero lo que hace el informe es que detalla las técnicas que se usaron y cómo de ineficaces fueron. Es un recordatario importante de que no solo fueron ilegales sino ineficientes.
P: ¿Qué impacto internacional puede tener la difusión del informe?
R: EE UU ha pedido durante mucho tiempo a otros países tomar pasos a favor del respeto al estado de derecho y este informe es el principio. Es un proceso que muestra que EE UU no es invulnerable y que cuando las cosas van mal tenemos la capacidad de arreglarlas. Envía un mensaje terriblemente importante.
P: ¿Y en la lucha contra la tortura?
R: Lo que vimos en Irak y Afganistán es que el programa de la CIA posibilitó el crecimiento del uso de la tortura por parte de militares. Así que parte del proceso de que salga [el informe] es para ayudar a entender cómo esto sucedió y asegurarse de que nunca se repita.
P: ¿Cree que el informe puede tener un impacto en la lucha internacional contra la tortura?
R: Sí, por eso es tan importante. Estados Unidos es firmante de la convención internacional contra la tortura: es un recordatorio de que no solo violar la ley es inaceptable sino que se tienen que tomar pasos adicionales para abordar [este asunto].