Obama abordó en una carta a Jamenei la lucha contra el EI
El presidente le dijo en octubre al líder supremo que cualquier cooperación depende de un acuerdo sobre el programa nuclear
El presidente de EEUU, Barack Obama, envió en octubre una carta al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameneí, en la que abordó el interés compartido en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), pero avanzó que cualquier cooperación depende de un acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
El diario The Wall Street Journal reveló este jueves la carta. El artículo no menciona extractos concretos sino sus principales ideas citando a fuentes conocedoras de la misiva. “La carta parecía dirigida a apuntalar la campaña contra el Estado Islámico, también a alentar al líder religioso de Irán a acercarse a un acuerdo nuclear”, señala el rotativo.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, John Earnest, declinó comentar la “correspondencia privada” del presidente de Estados Unidos con líderes extranjeros, y dijo que la política sobre Irán permanece “sin cambios”. Washington no mantiene relaciones diplomáticas con Teherán desde abril de 1980 a raíz de la ocupación de su Embajada en ese país durante 444 días.
La correspondencia entre ambos no es nueva. Es la cuarta vez que Obama escribe al líder supremo de la revolución desde que accedió a la Casa Blanca, en 2009. Pero la divulgación de esta misiva llega en un momento significativo: a tres semanas de que, el 24 de noviembre, expire el plazo fijado para alcanzar un acuerdo entre las potencias occidentales e Irán sobre su programa nuclear. El domingo empieza una nueva ronda de negociaciones en Omán en las que participarán los ministros de exteriores de EE UU, John Kerry, e Irán, Javad Zarif.
Es la cuarta vez que Obama escribe al líder supremo iraní desde que llegó a la Casa Blanca
El objetivo de los negociadores es lograr un acuerdo que garantice a la comunidad internacional que el programa nuclear iraní sirve para fines civiles y no para obtener una bomba atómica. A cambio, Irán lograría el levantamiento de las sanciones internacionales, que han golpeado duramente su economía, y se rehabilitaría en la escena internacional.
El acuerdo sería un hito en el legado de Obama. Sin embargo, el presidente estadounidense afronta una creciente oposición en casa. Tras las elecciones del martes, los republicanos tendrán a partir de enero todo el control del Congreso, y en el pasado algunos legisladores conservadores han abogado por bloquear un acuerdo e imponer nuevas sanciones a Teherán. “No confío en los iraníes”, dijo este jueves el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, al ser preguntado por la carta.
La Casa Blanca ha dado a entender que, si hay pacto, quiere aplicarlo esquivando al Congreso. La Administración cree que puede levantar sanciones unilateralmente y que el acuerdo no tiene por qué adoptar la forma de un tratado internacional, que requeriría la aprobación de dos tercios del Senado.
Obama afirmó el miércoles que es prematuro valorar si está dispuesto a actuar unilateralmente y que hay que esperar a ver si se alcanza un buen acuerdo. Pero que si se logra, tratará de convencer al Congreso de que es la “mejor forma” de evitar un Irán nuclear y que es “más efectivo” que cualquier alternativa, como el uso de la fuerza militar.
Las relaciones entre Washington y Teherán han experimentado en el último año un incipiente deshielo tras la llegada a la presidencia iraní de Hasan Rohaní, más aperturista que su predecesor, Mahmud Ahmadineyad. En septiembre de 2013, Obama y Rohaní hablaron por teléfono, lo que supuso el primer contacto directo entre mandatarios de ambos países desde la revolución islámica de 1979.
En el último año, Kerry y Zarif han mantenido varias reuniones sobre el programa nuclear y asuntos regionales. El portavoz de la Casa Blanca recordó este jueves que, en los márgenes de las negociaciones nucleares, ambos países han hablado de la campaña contra el Estado Islámico. E insistió en que EE UU “no cooperará militarmente” con Irán en la lucha contra el grupo yihadista, que controla partes de Irak y Siria. Teherán es un fiel aliado del régimen de Damasco. Y también del nuevo primer ministro iraquí, Haider al Abidi.
Irán ya está involucrado en la lucha contra el EI, pese a que públicamente sus líderes han cuestionado la ofensiva liderada por EE UU junto a naciones árabes y europeas. Los cuerpos de élite del Ejército iraní han efectuado operaciones contra los yihadistas en Irak y Siria, según fuentes oficiales iraníes y estadounidenses citadas por el Journal.
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