Los rebeldes ucranios abren un frente junto a la frontera rusa en el mar de Azov
Moscú promete influir en los separatistas para alentar un proceso de negociaciones con Kiev
Los prorrusos abren una brecha en el sureste de Ucrania. Después de tres días de duros combates, las fuerzas de rebeldes del este de Ucrania habrían entrado en la estratégica ciudad de Novoazovsk, aseguró su alcalde a la agencia AP. Un colaborador de la BBC aseguró que el Ejército de Kiev está de retirada en la localidad, cercana al mar de Azov y que se encuentra muy próxima a la frontera con Rusia. Su toma abriría las puertas al control de los rebeldes sobre el mar y supondría un tercer frente de combate, junto a los de Donetsk y Lugansk. Los prorrusos no habían llegado tan lejos hacia el sur en cuatro meses de conflicto, y se alejan de sus bastiones tradicionales dentro de una contraofensiva en toda regla, tras la que afirman controlar los tres pasos fronterizos con Rusia en la provincia de Donetsk: Marínovka, Uspenka y Novoazovsk.
Periodistas que han presenciado la ofensiva rebelde apuntan a que estaban mucho mejor armados que en batallas anteriores. El diario The New York Times asegura que las tropas leales a Kiev que defendían la ciudad han sido bombardeadas desde Rusia, y que los rebeldes contaban con apoyos que llegaban desde el otro lado de la frontera. Algunos grupos de soldados se están retirando de forma caótica y en mitad de una gran desmoralización, asegura el diario estadounidense.
Según Kiev, Novoazovsk todavía está en manos de sus fuerzas aunque una fuente militar ucrania, que pidió el anonimato, ha confirmado de forma extraoficial que el Ejército ha perdido el control de la localidad. La localidad más importante de la zona es Mariúpol, donde está cundiendo el pánico entre la población, a pesar de que las tropas ucranias controlan la urbe y las localidades colindantes. La televisión rusa ha mostrado largas filas de vehículos que abandonan la ciudad costera por miedo a que la situación empeore y los combates se acerquen.
Los combates también han continuado este miércoles con igual intensidad en las provincias de Lugansk y Donetsk, planteando dudas sobre la efectividad de las negociaciones que mantuvieron el martes los presidentes ucranio (Petró Poroshenko) y ruso (Vladímir Putin) el martes en Minsk, en Bielorrusia. Las difíciles y duras conversaciones, según las calificó Poroshenko, no produjeron ningún milagro, pero al menos dejaron tibios indicios de esperanza: por parte de Poroshenko, la de elaborar una hoja de ruta para alcanzar un alto el fuego en el este de Ucrania, y por parte de Putin, la de influir en los separatistas prorrusos para que las negociaciones entre estos y Kiev puedan dar resultado.
Los separatistas lanzaron hace tres días una gran contraofensiva para recuperar terreno frente a las tropas de Kiev que aparentemente está siendo exitosa. Los prorrusos afirman haber recuperado varias localidades, así como la colina estratégica de Saur-Moguila. Además, aseguran que tienen cercados a tres destacamentos de tropas ucranias, a las que han propuesto rendirse.
Kiev, por su parte, reconoce el bloqueo de un solo grupo de sus soldados, y enumera sus propias victorias: numerosos blindados y sistemas de lanzamiento de misiles destruidos y la muerte de más de 200 milicianos en las localidades de Gorlivka e Ilovaysk, en la provincia de Donetsk. Al mismo tiempo, admite como bajas en las últimas 24 horas 13 soldados muertos y 36 heridos. Reconoce asimismo la contraofensiva de los rebeldes y asegura que están atacando también la ciudad de Jriashevátoye.
Por parte de las fuerzas del Gobierno, la ciudad de Donetsk ha sido bombardeada y al menos tres personas han perdido la vida por un proyectil que alcanzó a un coche en plena avenida Shevchenko, una de las principales de la ciudad, según testimonió un periodista de France Presse.
Las autoridades de Kiev también han denunciado que otro grupo de soldados rusos ha cruzado la frontera a bordo de blindados de infantería y camiones y ha entrado en la localidad de Amvrosiyivka, en el este del país.
Las fuerzas de seguridad ucranias aseguran que han detenido otro soldado ruso que habría confesado que su unidad entregó equipos militares a los separatistas prorrusos, según la agencia Interfax. Por otra parte, los guardafronteras rusos aseguran que 62 soldados ucranios desarmados entraron en su país huyendo de los combates.
En Rusia, después de la detención de una decena de soldados rusos en territorio de Ucrania que dijeron haberse perdido, varios medios independientes han comenzado a exigir respuestas sobre la participación de tropas nacionales en el conflicto entre Kiev y los rebeldes. Supuestos familiares de los soldados han distribuido un vídeo pidiendo que sean liberados y vuelvan a casa.
Novaïa Gazeta, Fontanka.ru y la cadena de televisión Dojd también han publicado reportajes sobre el entierro el lunes en los alrededores de Pskov de dos paracaidistas rusos que, según sus familiares, han fallecido en Ucrania. Algunos de los periodistas que acudieron a la localidad, en el oeste del país, han encontrado problemas para realizar su cobertura, e incluso se han producido detenciones.
Frente diplomático
En este contexto belicoso, el recuerdo de las buenas intenciones exhibidas en Minsk queda lejano. Después de las dos horas de conversaciones "muy duras y complejas" cara a cara con Putin, Poroshenko declaró que "se preparará un hoja de rutacon el fin de conseguir lo antes posible un alto el fuego que deberá ser de carácter bilateral", siempre que los separatistas prorrusos renuncien a la lucha armada, precisó este miércoles en Kiev el jefe adjunto de la Administración presidencial, Valeri Chali. Kiev descarta poner fin unilateralmente a la denominada operación antiterrorista lanzada en abril contra los rebeldes prorrusos. "La operación antiterrorista es nuestra prerrogativa soberana para defender nuestro país. Y si hay ataques por parte de los terroristas, nuestro Ejército debe defender al pueblo", dijo Chali en rueda de prensa.
Poroshenko desea un control férreo de la frontera con Rusia y para ello considera que la vigilancia debe ser supervisada por la OSCE, algo a lo que Moscú, según ha reiterado, no se opone. Al contrario, como señaló el lunes el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov, ya funciona una misión de ese organismo formada por 500 hombres, que puede ser ampliada si así lo estiman conveniente y que tiene mandato para utilizar equipos modernos de control, incluidos drones (aviones no tripulados). Este martes por la noche, los presidentes ruso y ucranio se pusieron de acuerdo, además, en que los jefes de Estado Mayor de ambos países se reunirían para debatir acerca del control de la frontera.
Putin, que durante su intervención al comienzo de la cumbre celebrada este martes en Minsk entre la Unión Aduanera (Bielorrusia, Kazajistán y Rusia) y Ucrania con la participación de la Unión Europea, se centró en los problemas económicos, dijo después de su encuentro con Poroshenko que Moscú no puede entrar a discutir las condiciones de un alto el fuego, ya que los que deben ponerse de acuerdo son los representantes de Kiev, por una parte, y los de Donetsk y Lugansk, por otra.
"Nosotros podemos únicamente contribuir a crear una atmósfera de confianza para un posible y, en mi opinión, sumamente necesario proceso de diálogo" entre el Gobierno ucranio y los rebeldes del Este, señaló Putin. El líder ruso agregó que se ha llegado a un acuerdo en lo que se refiere tanto a la ayuda humanitaria a las provincias de Donetsk y Lugansk, como a las negociaciones en torno al suministro de gas. Las conversaciones al respecto entre Moscú, Kiev y Bruselas deben reanudarse en la primera década de septiembre próximo.
La Comisión Europea ha expresado su confianza en que Ucrania y Rusia puedan llegar a un "acuerdo interino" en septiembre para zanjar la disputa sobre gas que mantienen por el precio del suministro exigido a Ucrania y que amenaza con crear un problema de abastecimiento energético para Europa de cara al invierno, informa Reuters. Bruselas confía en que ambas partes lleguen con su mediación a "una solución interina" después de que en la cumbre de Minsk de este martes Putin y Poroshenko acordaran mantener una reunión trilateral sobre gas con la UE.]
A pesar de no haber arrojado resultados extraordinarios, el solo hecho de haberse celebrado la reunión en Minsk ya es, como subrayó el presidente bielorruso Alexandr Lukashenko, "todo un éxito".
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