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El derrame de ácido en un río de México se debió a una negligencia

El Gobierno mexicano acusa de ocultar información a la minera responsable de la emergencia ecológica al noroeste del país

El río Sonora, contaminado por una fuga de sulfato de cobre.
El río Sonora, contaminado por una fuga de sulfato de cobre.HÉCTOR GUERRERO (AFP)

El Gobierno mexicano ha concluido que el derrame de más de 40.000 millones de metros cúbicos de material tóxico sobre el río Sonora, al noroeste del país, fue provocado por un fallo en una de las tuberías de la mina Buenavista del Cobre. Y no como consecuencia de “lluvias inusuales”, como originalmente había informado la minera Grupo México, responsable del complejo. La fuga ha causado una emergencia ambiental que ha afectado a por lo menos 20.000 habitantes en una de las regiones más calurosas y desérticas del país. El Congreso mexicano, además, ha exigido este miércoles que se le retire la concesión al grupo empresarial para evitar que continúe con sus operaciones en la zona. 

El secretario del Medio Ambiente de México, Juan José Guerra, había informado el pasado martes que el desgaste en una tubería que conecta estanques que contienen desechos tóxicos, sulfato de cobre (obtenido tras la acción del ácido sulfúrico sobre el óxido del mineral), provocó el derrame. “[El grupo minero] nos dijo que había sido por exceso de lluvias, lo cual fue totalmente falso. Después nos dijeron que iba a haber una serie de ayudas y apoyos a la población, lo cual tampoco se dio, por lo menos en los tiempos que ellos lo ofrecieron”, explicó.

La multa por los daños causados podría llegar a los 40 millones de pesos (unos tres millones de dólares). Además, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) presentó una denuncia penal contra la empresa por su responsabilidad en el derrame. Las acciones de Grupo México, una de los grupos mineros más grandes de Latinoamérica, cayeron el martes un 1,33% debido a las sanciones.

"Esto es un crimen ecológico, un atentado contra la naturaleza y contra quienes aquí vivimos", se lamenta un habitante de la zona

A 13 días del derrame, los daños sobre la población de la cuenca del río Sonora, de 420 kilómetros de longitud, han provocado desabastecimiento de agua, además de que se ha detenido la producción de leche y queso; se ha evitado alimentar al ganado y se ha parado de regar los campos en una región profundamente agrícola y ganadera. Los habitantes exigen una indemnización. “Que nos paguen las siembras. ¿Cómo vamos a hacerle, pues?”, se preguntaba Reyes Córdoba, productor agrícola, al periódico local El Imparcial. “Esto es un crimen ecológico, un atentado contra la naturaleza y contra quienes aquí vivimos”, completaba Miriam Robles, vecina de Baviácora, otro de los pueblos de la región.

La mina aludida, Buenavista del Cobre, se encuentra en Cananea, Sonora, a 88 kilómetros de la frontera con Arizona (EE UU). Este Estado es el principal productor minero del país: aporta el 27% de la extracción de minerales. Produce oro, cobre, grafito, wollastonita, carbón antártico y molibdeno. Tiene 9.000 empleados, produce unas 200.000 toneladas al año de cobre y se está ampliando para llegar a 510.000 toneladas en 2016.

El valor de la multa a Grupo México ha levantado críticas. Un grupo de periodistas se reunió el pasado martes por la noche con el presidente Enrique Peña Nieto en una mesa redonda transmitida en televisión nacional. Una de ellos, Denise Maerker, preguntó al jefe del Ejecutivo sobre este escándalo ecológico y definió que la multa impuesta al gigante minero “apenas haría cosquillas” a la empresa. El mandatario respondió que la reforma energética, una de las más ambiciosas del paquete legislativo aprobado durante sus primeros 18 meses de Gobierno, contempla un marco de transparencia que busca proteger para que estos abusos no se cometan.

Los vecinos de la zona también han informado de la muerte de animales que se acercan a la ribera. Además, hay habitantes que denuncian quemaduras y daños físicos por los materiales tóxicos que acarrea el río. Luz Apodaca, de 50 años, vecina de Baviácora, tiene el rostro lleno de manchas y quemaduras. Se bañó por diversión en el río apenas dos días después del derrame. Ni la empresa, ni las autoridades habían avisado a los vecinos de la fuga. “Me mojé los pies, me mojé la cara. Fue todo”, relató al informativo local Proyecto Puente. Han pasado 12 días y dice que siente un intenso ardor.

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