“Argentina debe construir una fuerte credibilidad internacional e institucional”

Tras su victoria en las pasadas elecciones de octubre, el diputado del Frente Renovador, Sergio Massa, (San Martín, 1972) se erigió como el rostro del futuro político de Argentina, un futuro al que apela de manera perseverante pero del que, de momento, prefiere, cautamente, apearse. Pese a que encabeza, con mucha diferencia, la lista de aspirantes a la Casa Rosada para 2015, Massa ha rehuido, durante su visita a Estados Unidos, presentarse como candidato presidencial.

En su gira de seis días, que le ha llevado por Washington y Nueva York, sin embargo, ha presentado a altos cargos de la Administración, legisladores, banqueros, empresarios y miembros de las fuerzas de seguridad, un preciso diagnóstico de la crisis económica que atraviesa su país, explicándoles su agenda en política internacional, nacional, económica, social y de seguridad. Una apuesta con la que busca generar confianza en ese futuro en el que el dirigente conjuga todas sus propuestas y esperanzas y del que hizo partícipe en una entrevista conjunta a EL PAÍS y al programa de NTN24, Club de Prensa Plus, que dirige Juan Carlos Iragorri.

Pregunta: ¿Si a usted lo eligieran presidente de Argentina mañana, cuáles serán las tres primeras medidas que tomaría para frenar la inflación?

Respuesta: Es una pregunta tramposa porque, diga lo que diga, el título de la respuesta sería: si yo fuera presidente, y me parece que no es tiempo de hablar de candidaturas. Yo, desde mi lugar en el Parlamento, propongo para mañana la posibilidad de discutir el impuesto de las ganancias, los mecanismos de mejora de ingresos a los jubilados, que definamos una política de disminución de la presión tributaria de los sectores productivos, una política de ordenamiento del gasto, que nos demos una estrategia contra la inseguridad, que trabajemos por insertar a Argentina en el mundo de manera seria, ordenada, de manera responsable, cumpliendo con sus compromisos.

Argentina tiene que construir una fuerte credibilidad internacional para conseguir inversiones"

P. ¿Cuál es, entonces, la primera medida que debería tomar el Congreso argentino para reducir la inflación?

R. La primera medida es defender el poder adquisitivo del salario y para eso hay que bajar la presión tributaria sobre los ingresos salariales del impuesto sobre las ganancias.

P. El 54% de los argentinos cree que la situación económica de su país es mala o muy mala, según una encuesta de la universidad Católica y TNS Gallup, ¿está de acuerdo o cree que se queda corto el porcentaje?

R. Creo que la coyuntura de Argentina tiene que ver con muchos problemas que arrastramos, pero a mí no me gusta, y mucho menos en el extranjero, calificar la situación de mi país. A mí me gusta trabajar sobre la idea de proponer para tratar de mejorar, tenemos que buscar la identidad de nuestro país afuera y buscar soluciones dentro.

La imagen exterior

P. Respecto de esa imagen exterior, en el Congreso de EE UU, hace unas semanas, varios senadores mostraron su preocupación por la deriva antidemocrática de Argentina, en sintonía con la trayectoria de otros países como Venezuela o Ecuador. ¿Comparte usted esa percepción exterior que, para algunos en este país, proyecta el suyo?

R. Creo que Argentina tiene el desafío por delante de construir instituciones sólidas, de construir una fuerte credibilidad institucional que le dé la posibilidad de aumentar sus inversiones, pero no creo que Argentina tenga debilidad democrática, ni mucho menos.

Mi país tiene que definir, antes de que se definan las candidaturas, dos agendas, una de políticas de Estado y otra de diseño estratégico de la economía, que deben quedar fuera de la discusión electoral"

P. Da la sensación, no obstante, que la cercanía de Argentina al bloque del ALBA la ha asilado internacionalmente.

R. Hemos estado aislados, pero estamos haciendo avances importantes. La resolución de asuntos en el CIADI, en el Club de París, con Repsol o construir una estadística creíble, son pasos para empezar a ordenarse desde el punto de vista de las relaciones con el mundo.

P. ¿Cree usted que Argentina adolece de credibilidad internacional?

R. Argentina tiene que construir una fuerte credibilidad internacional para conseguir inversiones.

P. Esta semana el presidente ruso, Vladimir Putin, llamó a la presidenta Cristina Fernández para agradecerle su apoyo en el caso de Crimea. ¿Cree usted que, como señaló la mandataria argentina, la comunidad internacional ha usado un doble rasero en el caso de referéndum de Crimea, no reconociéndolo, y en el de las Malvinas, que llevó a cabo Reino Unido pese a la oposición argentina?

R. Nosotros reivindicamos la soberanía argentina sobre Malvinas, creemos que es un tema que debe tener solución, no tiene ningún sentido que a esta altura de los acontecimientos sigamos teniendo enclaves colonialistas y respaldamos la posición del Gobierno argentino en este sentido.

P. ¿Qué debería hacer América Latina en la crisis de Venezuela?

R. Lo que tenemos que hacer es exigir que se cumpla la Carta Democrática, que todos los países americanos han firmado.

Protestas en la calle

P. Ahora mismo, son los maestros los que están en las calles manifestándose por un aumento de sus ingresos acorde con la nueva inflación. ¿Teme que éste sea el primero de una lista de gremios que exija reformas salariales para hacer frente a una inflación disparada?

R. La inflación ha hecho mucho daño a los salarios de los trabajadores y creo que ellos buscan repararlo en la discusión paritaria, pero esa discusión paritaria tiene un actor que no está apareciendo que es el Estado, que tiene mucho que aportar en ese debate, porque, si baja el impuesto de las ganancias, que es una parte de los impuestos que el Estado le cobra a los trabajadores, probablemente haya recuperación y aumente el poder de compra derivado de las mejoras que se obtengan a nivel paritario.

Mi partido presentó este jueves un proyecto de responsabilidad ciudadana en la vía pública para tratar de que se termine con la idea de que todo vale en la calle y de la impunidad"

P. Las protestas callejeras están provocando importantes trastornos a los argentinos. ¿Cómo se puede frenar este problema?

R. Haciendo cumplir la ley. Argentina tiene que plantear que el Estado de Derecho es para todos. MI partido presentó este jueves un proyecto de responsabilidad ciudadana en la vía pública para tratar de que se termine con la idea de que todo vale en la calle y de la impunidad.

P. La presidenta Fernández planteó una iniciativa similar.

R. Sí, pero no la ha presentado.

P. La prensa internacional en los últimos meses ha responsabilizado de la crisis argentina al peronismo. ¿Comparte ese diagnóstico?

R. La causa más importante de los fracasos y las frustraciones en Argentina son las eternas antinomias y divisiones y creo que lo que tenemos que hacer es trazar la raya, superar las antinomias sin que ello signifique perder la memoria y de una vez por todas pensar en que tenemos que construir un futuro.

P. ¿Quiere eso decir que el peronismo es el pasado y que el futuro no pasa por el peronismo?

R. No se trata de ponerle un título u otro, se trata de entender que la sociedad de mirada moderna demanda que los dirigentes pensemos más en el futuro que en el pasado. Y eso, a algunos políticos les puede hacer sentir en crisis. Lo que tienen que hacer es dejar de mirar para atrás y empezar a mirar para adelante.

Un pacto por México a la argentina

P. Usted ha defendido en varios foros la conveniencia de reeditar en Argentina una suerte del Pacto por México con el que el presidente Enrique Peña Nieto llegó al poder, en ese país. ¿Lo cree factible?

La sociedad de mirada moderna demanda que los dirigentes pensemos más en el futuro que en el pasado y eso, a algunos políticos les puede hacer sentir en crisis"

R. No tengo ninguna duda de que mi país tiene que definir, antes de que se definan las candidaturas, dos agendas, una de políticas de Estado, en la que la educación, la seguridad y la lucha contra el narcotráfico, las infraestructuras, el medio ambiente y la lucha contra la pobreza sean pilares, y, en paralelo, otra de diseño estratégico de la economía, que deben quedar fuera de la discusión electoral, porque nos transcienden, tienen que ver con los próximos 30 años de Argentina y debemos sacar de en medio nuestros intereses mezquinos y personales.

P. ¿Y cree que el resto de políticos de su generación comparten esa visión?

R. Creo que hay una generación de dirigentes que cree en el diálogo, en el respeto a la pluralidad, que tiene en la idea de la unidad en la diversidad una identidad nueva de la política argentina que esta muy relacionada con la identidad del futuro de la Argentina, más allá de los sectarismos y las divisiones que se pretenden imponer.