Un general colombiano renuncia tras el escándalo por una red de corrupción

El ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, aceptó en la madrugada de este lunes, la renuncia del mayor general Javier Rey Navas, jefe del Comando Conjunto del Ejército, uno de los oficiales de más alto rango que aparece mencionado en algunas de las conversaciones entre un coronel detenido y altos oficiales, las cuales fueron divulgadas el domingo por la revista Semana, dejando en evidencia la existencia de una posible red de corrupción en la contratación del Ejército.

En declaraciones a medios de comunicación, el general Rey aseguró que había tomado la decisión para poder defenderse de las acusaciones de corrupción, en particular cuando se desempeñaba como comandante de Aviación y de operaciones del Ejército. También dijo sentirse “tocado en su honor personal”. El ministro Pinzón escribió en su cuenta de Twitter que lamentaba “de manera personal la salida de un gran soldado”.

El jefe de la cartera de Defensa también anunció la salida de la “cadena de mando” que estuvo a cargo de las cárceles militares entre 2012 y junio de 2013, ya que las conversaciones divulgadas por el semanario colombiano ocurrieron en esas fechas. “Cero tolerancia a la corrupción”, dijo Pinzón durante un pronunciamiento en la mañana del lunes y aseguró que una comisión de alto nivel ya revisó los audios publicados y que diez hacen referencia a un “presunto tráfico de influencias”. Según el ministro, en tres de esos audios se puede inferir “que hay una coincidencia con un contrato existente”.

Pinzón también reveló, que en los últimos tres meses se han revisado de forma aleatoria 201 contratos en cinco jefaturas del Ejército, entre las que está la de Aviación, que fue salpicada en la denuncia de Semana. De 105 contratos de esta jefatura, se encontraron 10 posibles fallas disciplinarias. De ahí que otra de las decisiones sea que de ahora en adelante se centralizará en el ministerio a su cargo, todo el proceso de contratación de la Aviación del Ejército.

Otra decisión que tomó el ministerio de Defensa fue llamar a calificar servicios al teniente coronel Robinson González del Río, el principal protagonista de este escándalo, a quien la revista le destapó 19 audios en los que habla con varias personas, entre ellas el comandante de las Fuerzas Militares, general Leonardo Barrero, con quien conversa amigablemente de su situación jurídica.

González del Río, que está detenido en una cárcel militar investigado por la muerte de dos campesinos en septiembre de 2007, los cuales fueron presentados como guerrilleros muertos en combates -lo que en Colombia se conoce como falso positivo-, será trasladado de prisión. Precisamente, el general que renunció hoy -recordado porque estuvo al frente de la llegada a Colombia de los helicópteros Black Hawk que tiene el Ejército- negó que hubiera hablado de negocios con el polémico coronel González, quien en un comunicado rechazó las acusaciones de Semana y dijo que “nunca hubo asignación alguna de contratos y menos influencia de superiores para tal efecto". También se mostró dispuesto a que se verifique sus estados financieros, ya que asegura que no recibió “ni un peso”.

Este es el segundo escándalo que sacude al Ejército en menos de dos semanas tras denuncias de Semana. El primero es el supuesto espionaje desde una fachada de inteligencia militar, llamada Andrómeda, a los negociadores de paz con la guerrilla de las FARC, del cual hasta ahora no se conoce el resultado de las investigaciones y por el que han sido relevados de sus cargos ocho militares, entre ellos dos generales, cabezas de la inteligencia militar en Colombia.