Las FARC denuncian que su equipo negociador en La Habana fue espiado

El escándalo de las escuchas ilegales - chuzadas les llaman en Colombia- por parte de miembros del Ejército a los negociadores del gobierno en los diálogos de paz con las FARC se ha vuelto una bola de nieve. Ahora, el líder de esa guerrilla en La Habana, Iván Márquez, ha dicho que a su equipo también lo espiaron y responsabilizó al expresidente Álvaro Uribe de estar “detrás” de las escuchas. “No se les olvide que Álvaro Uribe es el enemigo público número uno de la paz en Colombia”, dijo Márquez en respuesta a los periodistas. El líder guerrillero agregó que “aquí no solo se está espiando desde Colombia a la delegación de paz del gobierno nacional, sino especialmente a la delegación de paz de las FARC”.

El pronunciamiento del grupo subversivo se da un día después de que el portal digital de la revista Semana revelara la existencia de una oficina en el occidente de Bogotá llamada Andrómeda, desde donde militares en cabeza de un capitán activo, habrían hackeado cuentas de correo y conversaciones por celular de los negociadores que están en Cuba desde noviembre de 2012.

Por ahora, las investigaciones avanzan y aunque ya fueron relevados de sus cargos dos generales que estaban al frente de la inteligencia del Ejército y de la Central de Inteligencia Técnica de la misma institución, la gran pregunta es quién ordenó las escuchas ilegales y con qué propósito. El mismo Santos se ha referido a “fuerzas oscuras” que estarían tratando de afectar el proceso de paz con las FARC, en el que se ha llegado a acuerdos en dos de los seis puntos que conforman la agenda de negociación. Semana ha dicho tiene la información de que es un sector del Ejército.

La mañana de este miércoles el comandante del Ejército, el general Juan Pablo Rodríguez, reveló en entrevistas radiales que el local donde se habrían hecho las supuestas interceptaciones ilegales fue autorizado en su momento para labores de inteligencia dentro del marco legal. “Las agencias de inteligencia están autorizadas para realizar actividades a cubierta (...) no son solamente aquí en Bogotá, sino en toda Colombia”, dijo para explicar que muchos de los grandes golpes a la delincuencia se han dado de esa manera. Sin embargo, aclaró que en ningún momento se dieron órdenes de hacer escuchas ilegales.

Santos también defendió el uso de inteligencia legal. “Las fachadas de inteligencia, como la que se allanó (en Bogotá), son totalmente lícitas. Son operaciones de inteligencia que están contempladas dentro de la ley de inteligencia, y eso no tiene nada de irregular”, señaló en un evento del Ministerio de Justicia. También dijo que hacer inteligencia sobre “enemigos del Estado, sobre terroristas, narcotraficantes, secuestradores, es una obligación”, pero que esto es muy diferente a la inteligencia ilícita. Por eso, para acelerar las investigaciones sobre lo que realmente ocurrió al interior de Andrómeda, puso como plazo máximo para que le entreguen resultados, el próximo 15 de febrero. La Fiscalía también tiene en su poder varios computadores que fueron encontrados en la oficina fachada.

El mandatario colombiano también explicó que tomó la decisión de relevar de sus cargos a los dos generales, en aras de la transparencia de la investigación. “Pudieron incurrir posiblemente en una falta de criterio, pero hasta ahora no en algo ilegal o ilícito. Y la investigación nos va a dar el resultado final sobre este aspecto fundamental”. El expresidente Uribe, por su parte, ha dicho que apartar de sus cargos a generales de inteligencia es desmotivar a las Fuerzas Militares.

Mientras las investigaciones arrojan resultados sobre las ‘chuzadas’, el representante de Naciones Unidas en Colombia, Fabrizio Hochschild, pidió a los negociadores en La Habana –que acaban de iniciar un nuevo ciclo de conversaciones, las cuales se centran en el tema de las drogas ilícitas–, que no se dejen distraer. “Si se concentran en lo que está pasando aquí (Colombia) nunca van a terminar las discusiones”, dijo a medios colombianos.