Dinamarca estrena su sexto ejecutivo en lo que va de legislatura
20 ministros del partido socialdemócrata y de liberal Radical Venstre forman el nuevo gobierno
Es la sexta foto de familia que la primera ministra danesa, HelleThorning-Schmidt, se saca a puertas del Palacio de Amalienborg en los apenas dos años y medio que lleva de legislatura (septiembre de 2011). La socialdemócrata, mundialmente conocida por su selfie con Barack Obama y David Cameron en el funeral de Nelson Mandela, presentaba a su nuevo equipo a las 10 en punto de la mañana del lunes. A esa misma hora realizaba su primera declaración: “Deseo que este sea el equipo definitivo, siempre pienso que tengo al mejor gobierno y esta vez creo que sí, que es la combinación correcta. En este ejecutivo, además, hay algo muy especial: el SD (el partido socialdemócrata) tiene la mayoría”. Los veinte ministros que en esta ocasión configuran el nuevo gabinete se reparten entre dos partidos, el socialdemócrata de la primera ministra y el conservador Radikal Venstre.
El jueves pasado, después de votar en el Parlamento a favor de la entrada de Goldman Sachs en el accionariado de la principal empresa pública de energía, Dong Energy, los seis ministros del partido socialista SF, el tercer partido del país que hasta entonces formaba parte de la coalición de gobierno, presentaron su dimisión.
Las siete mujeres y los 13 hombres que configuran el nuevo gabinete han presentado sus credenciales ante la reina Margarita de Dinamarca en el Palacio de Amelienborg. A esa presentación real, a tan sólo 53 días de la última protagonizada por un gobierno de Helle Thorning-Schmidt, no llegaron los nuevos ministros con las manos vacías. El joven y recién estrenado equipo, cuyo núcleo duro es socialdemócrata, tiene cuatro objetivos fundamentales como tarea de gobierno: presentar antes de julio un plan de crecimiento, centrado sobre todo en el sector agrícola, cerrar la reforma de los centros de formación profesional, elaborar una nueva ley medioambiental y, curiosamente, concretar una estrategia para reclutar extranjeros altamente cualificados. El objetivo único según la propia primera ministra es crear “más trabajo y más bienestar”.
La toma de decisiones en cada uno de estos aspectos dentro de gobierno, según la mayoría de los analistas políticos del país, será más fácil que hasta ahora gracias a la salida de los socialistas del ejecutivo. Otro cantar serán los debates y las votaciones en el Parlamento donde de los 179 escaños, el SD y Radikal Venstre suman tan sólo 61.
Con este equipo Helle Thorning-Schmidt deberá gobernar el año y medio que le queda de poder hasta las próximas elecciones en septiembre de 2015. Un auténtico sprint final de cara a una reelección que se presenta, según la mayoría de las encuestas, bastante complicada. Y eso, pese a que la primera ministra podría capitalizar los buenos resultados económicos registrados durante los dos últimos trimestres en Dinamarca. Un país en el que se vuelve a hablar de crecimiento y en el que la tasa de paro bajó en diciembre de 2013 hasta el 5,6%, el nivel más bajo de los últimos 9 años.
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