“Respetamos a las mujeres como madres, hermanas o hijas”
El representante talibán explica que hablarán con Washington, no con el Gobierno de Kabul
El entusiasmo con el que el martes se abrió la oficina de los talibanes en Qatar y el inmediato lanzamiento de un proceso de paz para Afganistán, se ha trasformado en confusión. Con sus espectaculares turbantes pastunes y sus barbas de piadosos musulmanes, los representantes del principal grupo insurgente afgano entran y salen de la flamante representación en la calle Al Shabi de Doha. Pero, de momento, no se ha concretado su anunciada reunión con la delegación estadounidense. “Nuestro líder aún no ha designado al equipo negociador”, justifica el portavoz talibán, Sohail Shaheen. El parón se ha producido después de que el presidente afgano, Hamid Karzai, se descolgara del proceso, molesto con el reconocimiento a los rebeldes que supone la oficina.
Pregunta. ¿Por qué cree que Karzai ha cambiado de opinión sobre las conversaciones?
Respuesta. Creo que Karzai, como cualquier afgano que desee la paz y la estabilidad para su país, debiera intentar contribuir al proceso de paz que ya ha empezado, pero desafortunadamente desde el principio se ha mostrado renuente a hacerlo por alguna razón ilógica. No es una postura constructiva.
P. Ha dicho que participaría si los afganos tuvieran un mayor control sobre las conversaciones…
R. No existía esa condición con anterioridad. Pero [el diálogo] con los afganos es una segunda fase. Ahora, en la primera etapa sólo vamos a hablar con Estados Unidos porque se trata de asuntos sobre los que Karzai no tiene ningún poder como los presos de Guantánamo y el final de la ocupación. Por eso estamos hablando con los americanos. Luego vendrá el proceso [de diálogo] interno, con todos los afganos, porque todos los nacionales de Afganistán deberían tener voz.
P. ¿Han empezado ya las reuniones con los estadounidenses?
R. No, aún no. No hay una fecha el inicio de las conversaciones porque nuestro líder aún no ha designado al equipo [negociador].
P. ¿No han abierto una oficina política aquí en Doha con ese fin?
R. No se ha decidido quién va a llevar a cabo las conversaciones si los miembros de la oficina política u otros. Es posible que algunos integrantes salgan de entre quienes están aquí.
P. Cuando habla de su líder, ¿se refiere al clérigo Omar?
R. Sí, al clérigo Omar. Él ha dado el visto bueno tanto para el establecimiento de la oficina política como para el inicio de las conversaciones.
P. ¿Cuáles han sido sus condiciones?
R. No ha habido condiciones. Sólo un acuerdo para abrir la oficina y [el inicio de] las conversaciones. Y como se ha visto, una cosa y otra han sido seguidas, no ha habido tiempo muerto. Ahora tenemos una dirección y podemos empezar las conversaciones con Estados Unidos.
P. Sin embargo, EEUU quiere que ustedes renuncien a la violencia, se distancien de Al Qaeda y respeten los derechos de mujeres y minorías. ¿No les han pedido un gesto antes de sentarse a negociar?
R. Creo que para las conversaciones no ha habido condiciones previas, porque sería poner obstáculos. El objetivo es conseguir la paz y la estabilidad en Afganistán, y el final de la ocupación militar. Debemos hablar en primer lugar. Si se ponen condiciones antes de las conversaciones, es un impedimento; se dificultan; no ayuda. Cada cual puede soñar su Afganistán.
P. Cuando los talibanes estuvieron en el poder, las mujeres fueron marginadas de la vida pública. ¿Van a aceptar ahora que no todos los afganos comparten esa visión y respetar sus derechos?
R. Respetamos a las mujeres porque las mujeres en tanto que madres, hermanas o hijas tiene un lugar muy elevado en la sociedad afgana. No nos oponemos a la educación de las mujeres; sólo queremos que utilicen la ropa islámica adecuada. Pueden cubrirse como lo hacen en otros países. Así que no tiene por qué ser un problema.
P. El Gobierno afgano se ha quejado de la identificación de su grupo como Emirato Islámico de Afganistán en la placa de la oficina. ¿Van a retirarla para vencer la retirada de Karzai de las conversaciones?
R. Debiéramos concentrarnos en el asunto esencial que es el fin de la ocupación y lograr la paz y la estabilidad para Afganistán. Si nos paramos en cosas secundarias, nos distraemos y creamos obstáculos innecesarios, que van en contra de la paz y la estabilidad.
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