Los puntos calientes del segundo debate presidencial
El hecho de que el formato sea con público que pueda hacer preguntas hará que aumente el alcance de la discusión en temas tanto de política doméstica como internacional.
El segundo debate presidencial de esta noche en la Universidad de Hofstra (Estado de Nueva York) puede ser definitivo en las encuestas para Barack Obama tras su fallida actuación en el de hace dos semanas en Denver (Colorado). El hecho de que el formato sea con público que pueda hacer preguntas (estilo ‘town hall’) hará que aumente el alcance de la discusión en temas tanto de política doméstica como internacional.
Estos son algunos de los asuntos que supuestamente evocarán los ciudadanos elegidos por Gallup y categorizados como votantes indecisos.
Libia
La campaña del presidente Obama se ha visto empañada por el ataque al consulado norteamericano en Bengasi (Libia), donde murió su embajador y otros tres ciudadanos norteamericanos el pasado 11-S, después de que la oposición republicana cuestionara la seguridad en el recinto diplomático. En el debate vicepresidencial, la moderadora Martha Raddatz abrió el cara a cara con la pregunta de por qué esa legación no vio aumentada la seguridad. Joe Biden aseguró que nadie pidió refuerzos.
Obama tendrá que medir mucho su respuesta, a pesar de que la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, asumiera ayer toda la responsabilidad. La semana pasada se abrían audiencias en el Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes para analizar la situación de seguridad previa a los ataques de Bengasi. Según el testimonio de un antiguo jefe de un equipo de seguridad norteamericano en Libia, se retiró protección antes del fatal ataque a la legación y los funcionarios estadounidenses estaban desprotegidos. “La seguridad en Bengasi fue un problema y siguió siéndolo durante mi tiempo ahí”, dijo el teniente coronel Andrew Wood al Comité en un testimonio escrito.
Inmigración
El tema de la inmigración brilló por su ausencia en las dos ocasiones anteriores, tanto en el debate entre presidentes como en el de sus números dos. Es de suponer que alguno de los asistentes al debate de esta noche tenga una pregunta referente a política migratoria para ambos candidatos. Obama no ha logrado presentar un plan que reforme el actual plan migratorio, según el presidente “quebrado”. A su favor, Obama cuenta con su decisión de junio pasado de parar las deportaciones de cierto grupo de jóvenes que hoy residen en EEUU pero que entraron en el país de forma ilegal.
A este respecto, Romney atacará a Obama diciendo que la orden ejecutiva del presidente no acaba con el problema de fondo, que son los 12 millones de indocumentados que se estima residen sin papeles en EEUU.
Economía
Sin duda, el tema que afecta y preocupa más a los norteamericanos. Con el paro en un 7,8%, tras sufrir un descenso el primer viernes de este mes, la palabra en el debate volverá a ser casi sin duda empleo, empleo, empleo. A pesar de que Obama ha logrado situar el dato del desempleo en su punto más bajo desde que él llegó a la presidencia, su rival republicano atacará su gestión económica por el la deuda nacional, que ya acumula 16 billones de dólares.
Aborto
Tras ser cuestionados los vicepresidentes sobre su posición particular sobre la interrupción voluntaria del embarazo en el anterior debate, es probable que los candidatos a la Casa Blanca también tengan que exponer su visión del tema. La posición de Romney sobre tan controvertido tema ha variado a lo largo de los años. Romney estuvo primero a favor y luego en contra. La semana pasada parecía volver a cambiar de opinión cuando dijo que no había previsto ningún cambio de la ley de llegar a la presidencia en noviembre. Obama ha advertido a través de sus anuncios de campaña que la llegada a la Casa Blanca de los republicanos podría suponer el retroceso de un derecho de la mujer vigente desde hace 40 años incluso en casos de incesto y violación.
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