La caravana de Sicilia pide a Obama el fin de la guerra contra la droga
La marcha liderada por el poeta mexicano llega a Chicago El autor pone a la ciudad como ejemplo de las políticas fallidas para acabar contra el narcotráfico
El poeta Javier Sicilia y su caravana por la paz recalaron este lunes en Chicago, donde, como llevan haciendo desde que el 12 de agosto comenzara su periplo por Estados Unidos, el autor mexicano llamó la atención sobre la inutilidad de la estrategia contra el narcotráfico que el Gobierno estadounidense, en colaboración con el mexicano, ha llevado a cabo en las últimas décadas. En la ciudad donde Obama arrancó su carrera política, Sicilia instó al presidente a poner fin a la guerra contra las drogas y a que “las someta a las leyes férreas del mercado y de los controles del Estado”.
“No es un azar que lleguemos a este lugar”, declaró Sicilia antes de iniciar una marcha pacífica alrededor de la ciudad acompañado por unas 150 personas. “Chicago es el símbolo del gangsterismo y la barbarie que la prohibición del alcohol trajo a EE UU en los años 20. En la década de los 70 Nixon olvidó todo aquello y declaró para el mundo entero “la guerra contra las drogas”, cuarenta años después, la demanda de droga no desaparece, aumenta el crimen, la extorsión, la corrupción”, aseguró. Antes en una videoconferencia con medios de comunicación méxicanos también criticó al expresidente de su país, Felipe Calderón, por su ley de víctimas a la que tildó de "engañosa" por "no respetar el proceso constitucional".
El poeta censuró la ley de víctimas del expresidente, Felipe Calderón, tildándola de "engañosa"
Las calles de la localidad más grande del Estado de Ilinois han experimentado en el último año un incremento preocupante de la violencia. En lo que va de 2012 han muerto casi 250 personas, más que el número de soldados estadounidenses en la misma fecha en Afganistán. El índice de asesinatos duplica el de Los Ángeles y es cuatro veces mayor que el de Nueva York, según informó The Chicago Tribune. “Chicago es un ejemplo de que la actual política contra las drogas no ha logrado rebajar la violencia”, explica por teléfono una de las portavoces de la caravana.
Desde que Sicilia inaugurara la marcha el pasado 12 de agosto en San Diego, California, el poeta ha demandado en todas las ciudades que ha visitado la necesidad de renovar la cooperación internacional para cambiar la forma de acercarse al problema del narcotráfico centrándose en las víctimas y abordando de manera diferente a lucha contra las drogas y el tráfico de armas, que ya se ha cobrado 70.000 vidas en México y dejado 20.000 desaparecidos, de acuerdo con los datos de Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Chicago es la cuarta ciudad de EE UU con mayor número de habitantes mexicanos (578.000, según el Censo), por detrás de Los Ángeles, San Antonio y Houston.
El martes por la mañana, Roberto Maldonado, uno de los concejales de Chicago, anunció en rueda de prensa que remitirá una propuesta al Gobierno local para que emita una declaración a favor de las acciones presentadas por la caravana contra la narcoguerra. El poeta está tratando de poder presentarlas en el Congreso de EE UU el próximo 12 de septiembre, cuando la caravana ponga punto final a su viaje por más de 20 localidades del país.
Sicilia quiere presentar sus acciones contra la narcoguerra ante el Congreso de EE UU el próximo 12 de septiembre
Esta es la tercera marcha por la paz que emprende Sicilia. Las anteriores se circunscribieron al norte y al sur de México, logrando que cientos de familiares de víctimas de la violencia reclamaran justicia por los asesinatos y desapariciones a manos del narco. La finalidad de esta última caravana es distinta. “En esta ocasión queremos llamar la atención sobre la responsabilidad que EE UU tiene en esta violencia, creemos que es necesario que los afectados de ambos países se unan y reclamen a sus respectivos Gobiernos un cambio en la forma de afrontar la lucha contra la droga que se ha demostrado que no ha dado ningún resultado”, explica la portavoz.
Hasta el momento, los organizadores se muestran satisfechos por la acogida que han obtenido por parte de los estadounidenses. “La respuesta es muy buena, la gente y en general los responsables políticos con los que nos hemos entrevistado [el sheriff Joe Arpaio entre ellos] entienden la necesidad de un cambio de dinámica y muchos preguntan cómo pueden implicarse y colaborar”, indican. Aunque el propósito de esta caravana es instar al Gobierno de EE UU a un cambio de política respecto a la lucha contra el narcotráfico, Sicilia y el resto de sus responsables sostienen que la solución debe ser global. “Se trata de lograr un cambio de aproximación transnacional, que incluya objetivos no sólo militares o políticos, sino también sociales y sanitarios” señalan.
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