Romney pone la muerte de Payá como ejemplo de las dudas que genera Cuba

El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, se sumó este lunes a las peticiones de una investigación transparente de la muerte del disidente Oswaldo Payá en accidente de tráfico en Cuba. Los recelos del exgobernador de Massachusetts hacia el régimen castrista se suman a los de otros dirigentes republicanos y varias organizaciones de cubanos en el país. La Casa Blanca, por su parte, lamentó en un comunicado el fallecimiento de Payá, sin aludir al Gobierno de la isla.

“Las circunstancias de la muerte del señor Payá provocan preguntas sobre el patrón de conducta del régimen despótico que está continuamente buscando formas de aniquilar a la disidencia interna mientras el mundo observa en silencio”, indicó Romney en una nota publicada en español por su campaña. De acuerdo con el candidato republicano, “la comunidad internacional debería exigir que los hechos sobre su muerte se conozcan”.

La hija del disidente, Rosa Payá, había asegurado ese mismo día que en el accidente de tráfico de su padre estuvo implicado otro vehículo y que no chocó contra un árbol, como afirma la versión oficial. Julio Hernández, portavoz en Miami del Movimiento Cristiano Liberación, fundado por Payá, indicó que el disidente fallecido le contó que tres semanas antes su coche había sido embestido por otro vehículo en La Habana. “Me dijo que estaba vivo de milagro”, explicó Hernández en declaraciones a El Nuevo Herald.

Se trata de la primera vez que Romney alude directamente al problema de Cuba, desde que, a mediados de mayo pasado, criticara la concesión de un visado para entrar en EE UU a Mariela Castro, la hija del presidente cubano, Raúl Castro. “La decisión de la Administración de Obama es una bofetada a todas aquellas valerosas personas en Cuba que sufren una persecución constante por luchar por los valores universales que tan queridos nos son a los americanos”, decía el comunicado que entonces emitió el director político de su campaña, Lanhee Chen.

El exgobernador de Massachusetts ha censurado en el pasado las políticas del presidente Barack Obama hacia la isla y ha advertido de que, si vence en las elecciones de noviembre, el régimen castrista “sentirá el peso de toda la firmeza estadounidense”. Durante las primarias republicanas, también aseguró que, de ocupar el Despacho Oval, lucharía por una rápida transición en el país caribeño.

La Convención de Veteranos en las Guerras en el Extranjero, que estos días tiene lugar en Reno (Nevada) ha supuesto el pistoletazo de salida para que ambos candidatos introduzcan los primeros bosquejos de su política exterior, que de momento, apenas había entrado en campaña. Cuba, por ahora, no se ha filtrado en el debate. El candidato republicano, consciente de la importancia del voto cubano para su partido -sobre todo en Florida, un Estado clave de cara a las elecciones de noviembre, donde reside el 67% de los casi 1,8 millones de cubanoamericanos que viven en EE UU, según el Censo de 2010-, ha incluido en la web de su campaña una página destinada a las medidas que adoptará respecto a la isla si llega a la Casa Blanca.

Romney no es el único político republicano en pedir que se aclaren las circunstancias de la muerte de Payá. El senador republicano por Florida Marco Rubio -cuyos padres nacieron en Cuba- emitió un comunicado el lunes en el que, como en el caso del exgobernador de Massachusetts, señalaba “la importancia de que la comunidad internacional se uniera a los que, desde la propia isla, están presionando al régimen para que aclare la verdad”. La representante republicana por Florida en la cámara Baja del Congreso, Ileana Ros-Lehtinen, que abandonó Cuba a los ocho años, también hizo pública una nota en la que sostiene que, aunque las circunstancias de la muerte de Payá aún no han sido esclarecidas, éste había sido hostigado por las autoridades cubanas durante décadas.

La figura del disidente cubano fue elogiada este lunes por la Casa Blanca en un comunicado en el que se reconocía su dedicación a la lucha por la libertad y las reformas democráticas en la isla: Hasta el final mantuvo el optimismo en que el país que amaba asistiría a una transición democrática pacífica. EE UU seguirá apoyando a los cubanos en su lucha por sus derechos fundamentales”. Horas antes, la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, lamentó “la perdida de una de las voces más importantes de la disidencia política en su país y de uno de los más firmes defensores de las libertades de sus compatriotas”.