Merkel y Hollande estrenan una nueva afinidad en Reims
Ambos líderes aprovechan la celebración para estudiar la creación de un ‘superministro’ de Finanzas europeo

El aniversario de la reconciliación hará que, en los próximos meses, François Hollande y Angela Merkel se vean muy a menudo en ciudades alemanas y francesas. Un aluvión de actos políticos, sociales, económicos, culturales y ciudadanos va a dar contenido a la renovación de la alianza franco-alemana que París quiere culminar con un nuevo tratado de amistad basado en la juventud y una mayor armonización fiscal, económica y política, según explicaba el sábado Hollande en una entrevista al diario de Reims L’Union.
En septiembre, el presidente francés visitará Ludwigsburg, la ciudad donde el general Charles de Gaulle habló a la juventud alemana. Y el 22 de enero, el 50º cumpleaños del Tratado del Elíseo se celebrará en Berlín. Más que un choque de trenes con la canciller, se diría que Hollande vive sus días de vino y rosas con Merkel, y que una nueva afinidad marca las relaciones. “No hace falta que haya efusión de afecto entre nosotros”, declara Hollande en L’ Union. “Tenemos diferentes líneas políticas, pero Merkel y yo compartimos un deber: permitir que la unión de nuestros intereses sea una fuerza para el conjunto de Europa”. Y más: “No debemos ser un directorio que decide solo por el resto de países europeos. He querido, y Merkel comparte del todo esa visión, que nos asociemos a otros países y que las instituciones europeas se impliquen todo lo posible”.
En Reims, Merkel y Hollande se vieron también cara a cara y continuaron negociando. Los dos líderes discutieron la hipótesis de contar con un superministro de Finanzas europeo. El ministro francés, Pierre Moscovici, afirmó que el mandato de Jean-Claude Juncker al frente del Eurogrupo (el foro de los ministros de finanzas de la zona euro) debe ser prorrogado para dar tiempo a preparar “una solución más duradera”, y Hollande matizó que “Europa no tiene necesidad en este momento de un Monsieur Euro”, es decir, de un jefe del Eurogrupo con poderes reforzados.
“Estamos todos movilizados para preservar y reforzar el euro”, explicó Hollande, “y cuando termine el mandato de Juncker tendremos todos una buena solución, una solución franco-alemana”, subrayó. La traducción es que París y Berlín están muy cerca de un acuerdo. Juncker seguirá seis meses más, y París y Berlín se repartirán la próxima jefatura del Eurogrupo: la primera mitad será Wolfgang Schäuble, y la segunda, Moscovici.