“Hay que salvar el patrimonio de Tombuctú”

No se trata solo del misticismo que rodea al que fuera uno de los corazones de la expansión del islam al resto de África. Tampoco del romanticismo de una tierra otrora inalcanzable para Occidente que, abrazada por el desierto, reunió un inmenso cruce de caminos para el comercio. Tombuctú es mucho más. Es única. Al menos en lo que a patrimonio se refiere, según alerta el jefe de la unidad africana de la UNESCO, Lazare Eloundou. “Es importante para entender la historia de África y, por tanto, es importante para el mundo”, afirma en conversación telefónica.

Eloundou no habla de responsabilidades; avisa de que no puede meterse en política. Pero según la Convención del Patrimonio Mundial de 1972, todos los actores involucrados en un conflicto deben evitar dañar un lugar protegido por la ONU. Y Tombuctú lo está, como ha recalcado en una nota la directora de la UNESCO, Irina Bokova. “Pido a las autoridades de Malí y a las facciones en guerra que respeten el patrimonio”. En la lista del organismo, que incluyó a la ciudad maliense en 1988, se encuentran sus tres mezquitas (Djingareyber, Sankoré y Sidi Yahia), los 16 mausoleos y cementerios, y miles de manuscritos, incluso de la era preislámica.

Pregunta. ¿Qué está en juego en la toma de Tombuctú?

Respuesta. Es un lugar que representa las maravillas de la arquitectura de la tierra y el adobe. Es un tipo de construcción histórica en toda el África Occidental desde el siglo IX. Es una arquitectura que refleja la historia del pueblo maliense. Es un patrimonio mundial y universal único que hay que salvar. Tombuctú da testimonio de la historia africana anterior y posterior al siglo XV.

P. ¿Se pueden tomar medidas para evitar su perjuicio?

R. ¿Medidas contra quién? Ahora lo importante es alertar a la comunidad internacional de que hay que preservar ese patrimonio, especialmente si hay combates que puedan dañarlo. Y la UNESCO ha expresado su disposición a compartir sus conocimientos y experiencia para salvaguardar Tombuctú. La situación en el norte es difícil y hay que recordar que tienen que preservar el lugar.

P. Si Malí no puede ejercer esa protección, ¿lo hará la comunidad internacional?

R. No puedo meterme ahí. Solo puedo decir que hay una parte de la historia africana que está en peligro.

P. ¿Hay riesgo de que se trafique con el material protegido?

R. La confusión es total. Hay un conflicto y, por tanto, un riesgo muy alto de pillaje, de destrucción... Hay manuscritos de astronomía, óptica, matemáticas, arquitectura de un valor muy importante que podrían ser objeto de tráfico ilegal. Tenemos que extremar las medidas y estar vigilantes para evitarlo.