Zapatero ofrece en nombre de Rajoy rigor para devolver a España al centro de la UE
La delegación española esgrime la disciplina presupuestaria y económica para retornar al núcleo de la Unión
José Luis Rodríguez Zapatero llegó anoche a Bruselas, sonriente como siempre y silencioso, para asistir a su último Consejo Europeo y defender ante el resto de los dirigentes de la UE la posición española consensuada con su sucesor, Mariano Rajoy: disciplina presupuestaria y rigor económico como remedios para devolver a España al núcleo de la Unión.
Mientras el primer ministro sueco se explayaba largo y tendido, con la prensa que esperaba la llegada de los dirigentes a la puerta del Consejo, sobre su visión de la crisis, el presidente del Gobierno español se deslizó rápido hacia el interior sin atender las llamadas de los medios españoles. Llegó pasadas las 19.30, después de lo previsto, en vista de que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dedicó el tiempo previsto para una entrevista de despedida con Zapatero a tratar cuestiones perentorias con el Grupo de Fráncfort (el presidente francés, la canciller alemana, el presidente de la Comisión, el del Eurogrupo, el del Banco Central Europeo y la directora del Fondo Monetario Internacional).
Ambos dejaron para hoy la cita en la que Zapatero explicará a Van Rompuy los pormenores del traspaso de Gobierno en España y cómo el procedimiento no afectará al compromiso europeo de España. “Será una reunión de carácter personal, de despedida entre amigos”, según allegados al jefe de Gobierno en funciones.
Entre Zapatero y Rajoy “hay una coordinación absoluta”, según fuentes de la Moncloa, que ponen como ejemplo el hecho de que apenas aterrizado en Bruselas el presidente hablara por teléfono con su próximo sucesor.
La coordinación es absoluta. Apenas aterrizado en Bruselas,
el presidente saliente habló por teléfono
con su sucesor
Las fuentes consultadas no estaban en condiciones de confirmar que Zapatero fuera a defender en el Consejo un incremento en los parámetros para el bloqueo del funcionamiento del Mecanismo Europeo de Estabilidad que dé capacidad de influencia a España, como, según fuentes del PP, le habría pedido Rajoy desde Marsella, donde ha participado en la reunión de dirigentes del PP Europeo. En los términos en que está diseñado, solo Alemania, Francia e Italia podrían paralizar el funcionamiento del fondo de rescate permanente que debe empezar a funcionar en junio.
La delegación española llegó al Consejo a la expectativa de ver qué cuestiones acabarían por ser presentadas en la mesa y cómo se terminarían por amalgamar las ideas de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy con las de Van Rompuy, y las demandas que pudieran plantear otros actores.
Donde más seguridad sentía la delegación española es en lo relativo a la reforma de tratados. “Somos de los pocos países que no tenemos problemas con las reformas; hicimos la de la Constitución en tres semanas”, comentaba la fuente en alusión a la reforma discutida y aprobada en verano para constitucionalizar la regla de oro del equilibrio presupuestario a partir de 2018.
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