EE UU descarta el derrumbe del castrismo
Asegura que, a pesar del endeudamiento y el desabastecimiento en sectores clave, su economía "menos vulnerable" que hace 20 años
Estados Unidos no cuenta en sus previsiones con el catastrófico derrumbe de la economía cubana y la paralela caída del régimen castrista, que observa cercado por la insolvencia financiera aunque sin la vulnerabilidad de 1989, cuando perdió los multimillonarios subsidios soviéticos. La economía isleña sufre un fuerte endeudamiento y el desabastecimiento de sectores claves, pero "es menos vulnerable" que hace 20 años , durante el denominado Período Especial (1991-93) que sumió a los 11 millones de cubanos en carestías extremas.
Un informe de la Sección de Intereses de Estados Unidos subraya que Cuba nunca prosperará con el actual centralismo político y económico, incluso con fuentes más diversificadas de ingresos y créditos, algunos de los cuales han sido renegociados. "Irónicamente, y con el disgusto de nuestros colegas", agrega el cable, buena parte de los alimentos servidos a los cubanos durante la crisis proceden de exportaciones de Estados Unidos, que desde 1961 mantiene un embargo económico, financiero y comercial contra la isla.
Desde 2000, la Casa Blanca permitió la venta de determinados productos, que deben pagarse antes de su envío. "Y el disgusto (de los colegas) es mayor todavía, por el hecho de que las empresas norteamericanas cobran puntualmente, mientras las demás deben esperar", recoge el despacho.
El Partido Comunista Cubano (PCC) celebrará en abril su VI Congreso y los funcionarios norteamericanos anticipan que probablemente se apruebe la ampliación del trabajo por cuenta propia y algún tipo de liberalización contra una crisis muy difícil de atajar por otros medios, pese a la asistencia venezolana y las facilidades chinas en el comercio bilateral, en torno a los 2.000 millones de dólares. La legación apuesta por cambios en la toma de decisiones, con una descentralización provincial y municipal, sin que el aparato de partido libere aun su vigilancia sobre el desarrollo y ejecución de las decisiones.
No habrá cambios en la esencia del sistema: el control estatal sobre los medios de producción y distribución. Y sin apertura económica, reiteran los informes, no habrá bienestar. Cuba continúa atenazada por la exigua cuantía de sus reservas en divisas, un secreto de Estado, al igual que los acuerdos con Venezuela, aunque la revista The Economist cifra esas reservas en menos de cuatro millones de dólares. El endeudamiento exterior completa el cerco al haber superado los 19,2 millones de dólares en 2009, según la CEPAL.
La asistencia venezolana y china
De todas formas, las herramientas más visibles de la economía cubana, hace dos decenios ausentes o menos determinantes, se localizan en la asistencia venezolana y china, en las remesas de los familiares en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, entre 800 y 1500 millones de dólares, y en el turismo. Pese a una caída del 20% en viajeros españoles, el pasado año, la isla recibió 2,5 millones de turistas, con una facturación de 2.399 millones de euros, según fuentes oficiales cubanas, contra los 340.000 visitantes registrados en el Período Especial, cuando el PIB cayó un 35% y el descalabro social fue tremendo. Los cables afirman que el número de turistas puede haber aumentado, contrariamente a los ingresos porque los precios se han abaratado.
"Además, inversores extranjeros siguen interesados en sectores claves como los hidrocarburos y el turismo a pesar de los problemas de liquidez cubanos, posiblemente para tener un pie dentro frente a la hipotética apertura a los empresarios norteamericanos", señala uno de los análisis. "Y el gobierno cubano está mucho mejor situado en captar divisas que en 1990, a través de las aduanas, las tasas, los impuestos y las tiendas de venta en divisas".
Los cubanos, por otra parte, pueden afrontar una crisis grave, pues ya sufrieron una catastrófica. La interrupción de la llegada de petróleo venezolano, de ocurrir, podría llevar al bloqueo de la economía nacional, según dicen los cables. Las estrecheces, que han llevado a una cruzada oficial por la productividad y el ahorro energético, obligaron a reducir la cuantía de las prestaciones sociales. La denominada libreta de abastecimiento, vigente desde 1962, que distribuye la población productos básicos también peligra. Desde el primero de enero de este año, salieron de la libreta artículos de higiene, entre ellos el jabón y la pasta dentífrica, que costaban menos de un centavo de dólar y ahora salen al mercado encarecidas con precios gravosos para muchos hogares, que apenas disponen de ingresos en divisas.
Preparando a los ciudadanos para que "se valgan por ellos mismos"
La diplomacia norteamericana dice que el régimen está preparando a los cubanos para que "se valgan por ellos mismos". En ese sentido cita la eliminación de las comidas gratis en los comedores de la administración del Estado, la entrega a particulares de tierras cultivables, los salarios en función de los méritos laborales y la autorización para tener dos trabajos o remozar viviendas. A lo largo de este año desaparecerán medio millón de empleos estatales, de un total de 4.200.000 funcionarios, equivalente al 80% de la población laboralmente activa.
"El Gobierno parece apremiar a los cubanos a que se busquen la vida, incluso les empujan a ello, pero la mayoría lo vienen haciendo desde años, con la ayuda de los familiares en el extranjero y en el omnipresente mercado negro", subraya uno de los cables . "Parecería que alguna expansión del sector privado es necesaria para complementar la reducción de los subsidios oficiales, pero las quejas sobre corrupción en la oferta y la demanda de los mercados campesinos despierta duda sobre hasta dónde quiere llegar el gobierno".
La crisis de liquidez, sin embargo, reduce el margen de maniobra oficial al ser "mucho más profunda que en años anteriores". Las empresas extranjeras tardan de tres a seis meses en cobrar y algunas han llegado al acuerdo de vender sus activos al Gobierno cubano o reestructurar su deuda, como hicieron las empresas canadienses, Pebercan, petrolera, y Sherrit, minera. Un diplomático francés dijo a funcionarios estadounidenses que preguntó en un banco cubano por sus ingresos, y le contestaron "tenían que esperar hasta que llegaran fondos de Venezuela".
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