Cuba libera a un preso político y acerca a casa a otros seis
En su política de acercamiento a la Iglesia católica el Gobierno de Raúl Castro ya ha trasladado a 17 presos a sus provincias de origen
El Gobierno de Cuba comunicó el viernes a la Iglesia Católica que otorgará licencia "extrapenal" al considerado preso de conciencia Ariel Sigler, de 47 años, cuyo estado de salud es muy grave. También ha trasladadoa otros cincoprisioneros a centros penitenciarios de sus provincias y ha anunciado que hará lo mismo con un sexto recluso.
Entre los presos trasladados a sus provincias de residencia están los disidentes Héctor Fernando Maceda (marido de Laura Pollan, líder del grupo Damas de Blanco), Juan Adolfo Fernández Sáinz, Omar Moisés Ruiz Hernández, Efrén Fernández Fernández yJuan Carlos Herrera Acosta, según informó el Arzobispado de La Habana en una nota de prensa. El último reo que queda por recibir esta medida esJesús Mustafá Felipe,también opositor al régimen.
En declaraciones a Efe, Pollán expresó su alegría por el nuevo paso que suponen los traslados. "Realmente estoy muy sorprendida porque a pesar de que hemos trabajado en esto de los traslados pensé que a Maceda [su esposo] no lo iban a trasladar", apuntó. Maceda, trasladado a La Habana, cumple una condena de 20 años en una prisión
en Villa Clara,
Este mismo mes ya fueron trasladados a prisiones más cercana a sus familias seis detenidos que llevaban siete años en prisión como resultado de una entrevista el 19 de mayo entre el presidente Raúl Castro y el cardenal Ortega enmarcada dentro de la mejora de las relaciones entre el Gobierno y la Iglesia.
Ariel Sigler Amaya, condenado a 20 años, se encuentra gravemente enfermo y padece una paraplejia. Actualmente está ingresado en el hospital Julito Díaz de La Habana. Tanto Sigler como estos seis prisioneros son miembros del llamado Grupo de los 75 disidentes encarcelados y condenados en la represión de la conocida como Primavera Negra de 2003.
El régimen cubano sufre una importante presión externa e interna desde que el preso político Orlando Zapata, de 42 años, falleció como consecuencia de una huelga de hambre. A esa muerte le siguió la huelga del periodista Guillermo Fariñas, que reclama la liberación de los presos políticos enfermos.