Obama se declara furioso por el vertido de crudo en el golfo de México
El presidente estadounidense cancela por segunda vez una gira por Australia e Indonesia y se desplazará de nuevo hoy a Luisiana para seguir de cerca los daños causados por el vertido y los trabajos para detener la fuga
El presidente de EEUU, Barack Obama, asegura estar "furioso con toda esta situación" del vertido de crudo en el golfo de México, causado porque "alguien no pensó lo suficiente las consecuencias de sus actos". En una entrevista concedida al programa de la cadena CNN Larry King Live, Obama indicó, no obstante, que la furia no le sirve para mucho en este caso y lo que tiene que hacer es "resolver el problema". "Me encantaría pasar un montón de mi tiempo simplemente desahogándome o gritando a la gente, pero ese no es el trabajo para el que me eligieron. Mi trabajo es resolver este problema", subrayó.
El presidente estadounidense aseguró que la empresa responsable del derrame, British Petroleum (BP), tendrá que pagar todos los costes e indemnizaciones causados por el desastre. "Mi trabajo es asegurarme de que tienen que rendir cuentas", declaró, antes de añadir que "ellos han sentido ya el enfado, pero lo que no he visto tanto como me gustaría es un tipo de respuesta rápida" por parte de la petrolera. Prueba de ello es que ayer mismo la Casa Blanca envió una primera factura de 57 millones de euros a BP por los costes ecológicos y financieros del vertido.
Interrogado sobre las críticas que ha recibido por la aparente calma con que la Casa Blanca ha reaccionado al desastre, que ya se ha convertido en la peor catástrofe ecológica en la historia del país, el mandatario ha asegurado que era plenamente consciente del alcance de la tragedia. "Al final, se trata de la gente en el Golfo que se ve perjudicada y de lo que hago para que puedan recuperar su modo de vida", explicó. Pese a ello, insistió en que apoya la perforación petrolera en aguas profundas "si se puede hacer de manera segura".
El presidente tiene previsto desplazarse este viernes a la costa de Luisiana, el Estado más afectado por el vertido, para supervisar las tareas de lucha contra el derrame y limpieza de la marea negra. Será el tercer viaje a la región desde que comenzó la fuga, a raíz de la explosión y hundimiento de la plataforma petrolera Deepwater Horizon.
Este nuevo viaje a la zona afectada ha hecho que Obama haya cancelado por segunda vez una gira por Australia e Indonesia, prevista para este mes de junio. El presidente estadounidense ya canceló esta gira el pasado mes de marzo, en aquella ocasión para esperar en Washington el resultado de la votación sobre la reforma sanitaria.
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