Berlusconi pasa una noche más en el hospital
Su médico personal dice que sigue con dolor.- Su agresor Massimo Tartaglia seguirá en la cárcel.- Detenido un joven italiano que intentó entrar en la habitación del primer ministro
Silvio Berlusconi ha pasado una noche más de lo previsto en el hospital San Raffaele de Milán. El alta, prevista para este miércoles, ha sido aplazada para este jueves a primera hora de la tarde. Su médico de confianza Alberto Zangrillo ha explicado que el primer ministro italiano sigue presentando síntomas de dolor y dificultades para alimentarse. "Su estado es tranquilizador y estamos todos tranquilos", ha dicho el médico.
Mientras Berlusconi se recupera de su ataque del domingo, la justicia italiana ha anunciado que su atacante Massimo Tartaglia permanecerá detenido, en prisión preventiva. La juez de instrucción de Milán, Cristina Di Censo, ha convalidado el arresto de hombre que agredió a Silvio Berlusconi el domingo en la plaza del Duomo. La juez ha negado además su traslado a una residencia psiquiátrica, solicitado por sus defensores. Tartaglia seguirá por tanto en la prisión de San Vittore, ingresado en el centro de observación neuro-psiquiátrica. Arriesga cinco años de cárcel.
El portavoz de Berlusconi, Paolo Bonaiuti, ha contado que el primer ministro pasó una noche movida, peor que las dos anteriores, aunque le ha dicho que está "optimista y decidido". Bonaiuti ha dicho que se han agudizado los dolores en el cuello, y que el primer ministro vio anoche Ballarò (un programa de debate en RAI3), y no le gustó".
La noticia alegre fue la llamada telefónica de Barack Obama, el presidente de Estados Unidos, que animó a Berlusconi, según ha revelado Bonaiuti, "a recuperarse pronto de la salvaje agresión".
Rechazo de 'La Reppublica'
Mientras tanto, la asamblea de redacción de La Repubblica ha aprobado un comunicado en el que rechaza las acusaciones lanzadas en el Parlamento por el portavoz del Pueblo de la Libertad, Fabrizio Cicchitto, que atribuyó "el clima de violencia" en el cual ha madurado la agresión al jefe del Gobierno, Silvio Berlusconi, a la acción incesante de una presunta "red de odio" de la cual formaría parte La Repubblica.
"Devolvemos al remitente las acusaciones que parecen hechas aposta para señalar dianas a la opinión pública y que denotan una preocupante aversión por la libertad de prensa", dice el comunicado. "Los periodistas de La Repubblica escriben al servicio de la verdad y de los lectores y seguirán haciéndolo".
El cineasta Bernardo Bertolucci, al margen de una intervención sobre el cine ante algunos estudiantes, dio ayer en Roma esta interpretación de la agresión a Berlusconi: "El agresor cumplió un gesto simbólico de defensa. No golpeó con un objeto cualquiera, sino con la catedral de Milán. Quizá, inconscientemente, quería golpearle con el peso de la Iglesia".
El director de El último tango en París confesó además que se siente de alguna forma "cómplice" de Tartaglia: "De frente a esta acción condenable, tanto más porque ha herido a un pobre anciano de más de 70 años, y aunque yo no la habría hecho jamás, he sentido una especie de complicidad, como si el señor Tartaglia fuese el delegado de un sentimiento colectivo".
Detenido un joven cerca de la habitación de Berlusconi
Mientras tanto, un joven de 26 años fue interceptado por la guardia de seguridad mientras intentaba acceder al séptimo piso del hospital San Raffaele de Milán, donde está ingresado Berlusconi.
El chico aseguró, tras ser detenido el martes por la noche, que su intención era sólo saludar al primer ministro italiano, según ha informado la jefatura de policía de la ciudad. La policía explicó que el joven, que presenta evidentes problemas psicológicos, entró al hospital tras aparcar su vehículo en el aparcamiento subterráneo y tomó el ascensor hasta el séptimo piso, donde está Berlusconi. Los agentes de seguridad cachearon inmediatamente al joven, pero no encontraron nada que resultase peligroso, mientras que en el vehículo había algunos palos de hockey.
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