Cortes de tráfico y 'cacerolazos' en apoyo del campo argentino

Los productores agropecuarios argentinos han cortado este domingo varias carreteras del país por el conflicto agrícola que mantienen con el Gobierno de Cristina Fernández desde hace dos meses. Las protestas se multiplican por todo el país y tanto en Gualeguaychú - a 230 kilómetros de Buenos Aires- como en varios barrios de la capital, entre ellos Belgrano y Palermo, las cacerolas han vuelto a salir a las calles para apoyar a los trabajadores del campo.

Después de más de un mes de "tregua", las entidades rurales decidieron la semana pasada retomar el paro, debido a que el Gobierno no acepta discutir el esquema de impuestos móviles a la exportación de granos, que fue el detonante de la huelga de tres semanas que habían organizado el pasado marzo.

En Gualeguaychú los cortes al tráfico han afectado a los camiones de carga de granos y el transporte internacional. Precisamente en esta ciudad se ha vivido uno de los momento más tensos del día cuando el titular de Fedecámaras - entidad que representa a los pequeños y medianos comercios- , Rubén Manusovich, era recibido entre insultos al reclamar el fin del bloqueo. En otro punto del país, en Paraná, también se han registrado paros pero aquí los cortes han sido intermitentes.

En Buenos Aires, cientos de personas se han lanzado a las calles y los balcones para realizar un "cacerolazo", en respaldo a las protestas que llevan adelante los productores agropecuarios en el interior del país. Junto a las cacerolas muchos llevaban carteles en respaldo a la protesta del campo.

Mientras tanto las entidades agropecuarias, que reúnen a 290.000 productores, han decidido no comercializar hasta el próximo jueves los granos destinados a la exportación, por lo que en las carreteras se detiene a los camiones que transportan esa mercadería hacia otros países. El sector agropecuario advirtió ayer de que la huelga que lleva adelante puede extenderse en caso de no obtener en los próximos días una respuesta del Gobierno a sus reclamos. El conflicto se ha convertido en la mayor crisis a la que ha tenido que enfrentarse el Gobierno de Fernández que vio cómo el ministro de Economía renunciaba a su cargo ante la situación que vivía el país.