Bush compara la tragedia del Katrina con el 11-S en vísperas de su cuarto aniversario
El Ejército de EE UU drena el agua contaminada de Nueva Orleans al lago Pontchartrain
El presidente estadounidense, George W. Bush, ha asegurado hoy, su discurso por radio de los sábados, que el Gobierno "también está del lado" de las víctimas del huracán Katrina, al tiempo que ha hecho un llamamiento a la unidad y al "carácter compasivo" de los estadounidenses para superar esta catástrofe, que ha comparado con los atentados del 11-S, de los que mañana se cumplen cuatro años. Eso sí, Bush ha matizado que, esta vez, "la devastación no es causa de la malicia de hombres malvados".
"Cada estadounidense tiene recuerdos de ese día [el 11-S] que nunca podrá dejar atrás", ha señalado el presidente, para subrayar que todos "recordamos la crueldad de aquellos que asesinaron a los inocentes y el gozo que les dio su sufrimiento". "Sin embargo, también nos dimos cuenta de que aunque los terroristas podían matar a los inocentes, no podían doblegar el espíritu de nuestra nación. La desesperación y la tragedia de ese día fueron superadas por las muestras de altruismo, valentía y compasión", ha añadido Bush quien, pese a que su popularidad ha caído en torno al 40% por su mala gestión de la crisis, no ha dicho ni una palabra sobre las críticas.
"Cuatro años más tarde, los estadounidenses recordamos los temores y la incertidumbre y la confusión de esa terrible mañana, pero por encima de todo, recordamos la determinación de nuestra nación de defender nuestra libertad, reconstruir una ciudad lastimada y velar por nuestros vecinos necesitados", ha indicado el presidente. Ahora, "EE UU hace frente a otra catástrofe que ha causado destrucción y pérdida de vida" pero "esta vez, la devastación no es causa de la malicia de hombres malvados, sino de la furia del agua y el viento".
"Seremos más fuertes que nunca"
"Una vez más, nuestros corazones se afligen por nuestros conciudadanos, y quedan muchos con dudas sobre el futuro", ha afirmado. En opinión del presidente, "la adversidad saca a relucir lo mejor del espíritu estadounidense" y "en estos tiempos de tanto sufrimiento" los equipos de rescate han demostrado su "valentía" para "salvar las vidas de los demás". Para Bush, el país vencerá la prueba del huracán como superó los atentados y "seremos más fuertes que nunca".
Asimismo, ha destacado la respuesta que han dado todo tipo de organizaciones y las fuerzas de seguridad, pero también por los ciudadanos de a pie para ayudar a las víctimas de la tragedia. "Por todo el país, los estadounidenses abren sus puertas y sus corazones a sus hermanos necesitados con generosidad", ha subrayado. "Los ciudadanos de la costa del Golfo pueden contar con sus compatriotas en estos momentos de tribulaciones, y su Gobierno está también de su lado", ha continuado Bush, para recordar la partida de casi 52.000 millones de dólares aprobada para paliar los efectos del Katrina, así como los 2.000 dólares que se está dando a cada hogar para poder adquirir "comida, ropa y otros artículos esenciales".
En la zona del desastre, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense utiliza a la máxima capacidad las bombas para drenar Nueva Orleans, mientras empieza a llegar la ayuda a las áreas rurales del delta del Misisipi, 13 días después del paso del huracán. Las aguas contaminadas con todo tipo de desecho urbano todavía cubren, hasta una altura de 1,5 metros, vastas áreas del este y el norte de la ciudad y están siendo devueltas lentamente al lago Pontchartrain. En cuanto a las víctimas, la cadena de televisión CNN ha informado de que, según sus fuentes, han muerto 337 personas en Luisiana, Misisipi, Alabama, Florida y Georgia como consecuencia del huracán.
Hollywood, con las víctimas
Desde que el Katrina asoló el Golfo de México, Hollywood se volcó en su ayuda y el concierto benéfico ofrecido anoche para recaudar fondos sólo es el comienzo de lo que piensan hacer por la zona, si su público se rasca el bolsillo. Éste fue el mensaje en el que artistas y músicos, estrellas y cantantes aunaron sus voces: es necesaria toda la ayuda posible para superar tanta devastación.
"Ellos no han tirado la toalla. Tampoco nosotros", resumió Jack Nicholson como parte del maratón benéfico Refugio de la tormenta: Concierto en ayuda del Golfo. Fue una hora de canciones y plegarias transmitida simultáneamente en las principales cadenas de la televisión estadounidense sin interrupciones comerciales o presentaciones.
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