Soldados mexicanos entran en EE UU para ayudar a los damnificados del Katrina

Efectivos del Ejército y de la Marina de México participan en labores de ayuda humanitaria a los damnificados por el huracán Katrina. La presencia de unidades militares mexicanas en territorio estadounidense ha sido ampliamente destacada por los medios de comunicación de México, que subrayan el simbolismo de la acción. El pasado jueves, un convoy de 195 soldados mexicanos con 162 toneladas de víveres cruzó la frontera en dirección a la ciudad de San Antonio (Tejas, EE UU), donde tienen previsto servir unas 21.000 comidas diarias.

La última presencia militar mexicana en esta zona se remonta a 1836, cuando las tropas oficialistas acudieron para sofocar una rebelión de anglosajones en el entonces Estado mexicano de Tejas. "La historia se repite hoy", ha publicado el diario Reforma, "donde los militares mexicanos se encaminan a la misma ciudad, pero ahora en un gesto de paz y de ayuda". En 1944, militares mexicanos del Escuadrón 201 cruzaron a Tejas (ya bajo soberanía estadounidense) para recibir entrenamiento de cara a su participación en la Segunda Guerra Mundial.

Ahora, en 2005, las cocinas móviles instaladas en remolques del Ejército mexicano en la base aérea de Nelly, en San Antonio, han empezado a preparar las primeras comidas para los damnificados del huracán.

Tras la luz verde de las autoridades estadounidenses, la infantería de Marina inició a primera hora de ayer un desembarque técnico del buque Papaloapan en la ciudad turística de Biloxi, que ha sufrido graves daños. Los marinos mexicanos fueron trasladados a tierra a bordo de una barcaza de transporte militar estadounidense. Inmediatamente iniciaron las labores de reconocimiento para detectar las necesidades prioritarias para la rehabilitación de servicios públicos y vialidades. La mayor parte de la población de Biloxi ha sido evacuada, por lo que se descartan labores de rescate.

Sean McCormack, portavoz del Departamento de Estado, agradeció la ayuda mexicana con estas palabras: "Es muy alentador que, cuando Estados Unidos está en un momento de necesidad, nuestros buenos amigos y vecinos de México respondan con una oferta muy generosa". La ayuda "es una demostración material de la cercana relación que tenemos con México", agregó el portavoz al señalar que con frecuencia recibe preguntas sobre dificultades en la relación bilateral, y puntualizó: "Siempre habrá temas que resolver… pero el punto es que siempre los resolvemos de forma respetuosa y transparente".

Una actitud bien distinta mantienen los grupos antiinmigrantes que operan en la frontera sur de Estados Unidos, como la organización Patrullas Americanas, que afirmó que la presencia del convoy enviado por el Gobierno de México supone una amenaza para Estados Unidos. En un comunicado difundido ayer, este grupo de fanáticos lanzaba la disparatada idea de que la inmigración mexicana a EE UU obedece a "un plan" para que México "recupere" los territorios perdidos en la guerra de 1846.