Fidel Castro es intervenido durante tres horas de su fractura en la rodilla
"La rótula estaba fragmentada en ocho trozos", ha explicado el presidente cubano en un mensaje en la televisión cubana
El presidente cubano, Fidel Castro, ya ha sido intervenido, durante tres horas, de la fractura en la rodilla izquierda que sufrió ayer tras pronunciar un discurso en la ciudad de Santa Clara. Según ha contado el propio Castro en un mensaje difundido por la televisión cubana, su rótula estaba rota en ocho pedazos.
En una "carta a sus compatriotas", Castro, de 78 años, ha relatado con detalle su caída -repetida por las televisiones de todo el mundo-, en la que también se produjo una fisura en el húmero del brazo derecho.
"La rótula estaba fragmentada en ocho pedazos", ha explicado Castro, antes de agregar, hablando de sí mismo en tercera persona que, "de común acuerdo, los especialistas y el paciente decidimos proceder a la inmediata operación de la rodilla e inmovilizar el brazo derecho con un sencillo cabestrillo". La operación ha durado tres horas y quince minutos y los médicos han realizado un "trabajo de orfebrería" para unir los fragmentos de rótula.
"El paciente solicitó a los médicos que no le aplicaran ningún sedante y utilizaron anestesia por vía raquídea" para adormecer sólo la parte inferior del cuerpo. "Dadas las circunstancias actuales, era necesario evitar la anestesia general para estar en condiciones de atender numerosos asuntos importantes", ha añadido Castro, quien ha proclamado sobre su caída: "Realmente, compatriotas, ha sido una experiencia inolvidable".
No se percató del escalón
El líder comunista ha contado sobre su traspiés que, tras bajar la escalera que conducía a la tribuna donde pronunció su discurso en la plaza de Ernesto Che Guevara de Santa Clara, no se percató de la existencia de un escalón, pisó en el vacío y cayó: "Por puro instinto, mis brazos se adelantaron para amortiguar el golpe, de lo contrario mi rostro y mi cabeza habrían chocado fuertemente contra el piso".
Tras abandonar la plaza en su Mercedes fue trasladado a una casa de Santa Clara, allí recibió las primeras atenciones y después fue conducido en ambulancia a La Habana acompañado por varios miembros de su equipo médico y algunos de sus colaboradores. En ese trayecto le suministraron analgésicos para calmar el dolor.
"Evoluciono bien y no dejaré de comunicarme con ustedes", ha finalizado Castro, quien ha querido destacar las muestras de solidaridad recibidas, como la llamada del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien se interesó por su estado apenas unos minutos después de la caída.
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