EE UU vuelve a bombardear Faluya mientras se negocia una nueva tregua
Los insurgentes ofrecen una recompensa por capturar o matar a varios líderes estadounidenses
La aviación de Estados Unidos ha vuelto a bombardear Faluya después de unas horas de relativa calma en que las fuerzas norteamericanas han negociado con los jeques suníes una nueva tregua en la localidad. EE UU exige a los insurgentes que entreguen las armas y les acusan de violar el alto el fuego.
El presidente de Estados Unidos ha explicado que las fuerzas de su país "tomarán todas las medidas necesarias para asegurar Faluya por el bien del pueblo iraquí." En unas declaraciones realizadas durante un encuentro en la Casa Blanca con el primer ministro sueco Goran Persson, Bush ha añadido que quedan algunas bolsas de resistencia en Faluya pero que la situación en la mayor parte de la ciudad vuelve a la normalidad.
Los marines afirman que el enfrentamiento comenzó después de que un grupo de francotiradores se refugiaran en la estación de tren, lugar utilizado por los insurgentes para lanzar ataques. Según la televisión qatarí Al Yazira, los helicópteros norteamericanos han bombardeado varios barrios residenciales de la asediada ciudad. La emisora ha precisado que los ataques se centran en los barrios de Al Yolan, Al Shuhada y Al Askari, situados al norte y oeste de Faluya, desde donde se han elevado enormes columnas de humo negro.
La ciudad suní ha vivido una tensa calma esta mañana tras los bombardeos de ayer -los más graves de las tres semanas de sitio a la ciudad- y los violentos enfrentamientos mantenidos entre los marines y los insurgentes durante la noche, cuando finalizaba el plazo de la débil tregua pactada entre Estados Unidos y los radicales suníes.
Incumplimiento de la tregua
Durante la mañana, jefes locales -entre ellos jeques suníes-han negociado con los militares una nueva tregua, fracasados todos los pactos de alto el fuego. Las conversaciones han sido tensas, ya que ambas partes se acusan mutuamente de incumplir la tregua.
El jeque Abdel Yabar, presente en las negociaciones, ha asegurado que la zona bombardeada anoche no estaba tomada por los insurgentes. Además, señaló que ayer se esperaba en Faluya la entrada de patrullas mixtas de policía iraquí y tropas de la coalición, un punto pactado en anteriores negociaciones. Pero el jeque ha dicho que esas patrullas no llegaron a entrar en la ciudad, "y no sabemos por qué".
Por su parte, el general Mark Kimmit, subjefe de las operaciones militares norteamericanas en Irak, ha recoocido que la situación "sigue siendo muy tensa y nosotros tratamos todavía de encontrar modalidades de paz", según declaraciones hechas a la radio BBC. Sin embargo, rechaza las acusaciones de los jefes locales de Faluya y asegura que en todo momento se han tomado medidas para salvaguardar la vida de los civiles. Kimmit ha calificado de "propaganda" estas acusaciones y ha defendido que las operaciones militares de EE UU no llevan ninguna carga de "venganza".
Se ofrecen recompensas
Hombres encapuchados han repartido en Faluya panfletos en los que se ofrece a la población una recompensa de 15 millones de dinares iraquíes por la captura o asesinato del secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld. Una cantidad igual (es decir, unos 10.000 dólares) se pagará a quien asesine a los generales estadounidenses Mark Kimmitt -portavoz militar de EEUU en Irak- y Ricardo Sánchez, comandante jefe de las tropas de ocupación, aseguran las papeletas. Los panfletos muestran la imagen de los tres responsables estadounidenses sobre la leyenda "se busca" y una frase en inglés y árabe en la que se explicaba que la cantidad se pagará "a quien entregue la cabeza de cualquiera de ellos en una de las oficinas de la resistencia iraquí".
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