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CATÁSTROFE EN ALHUCEMAS

Violentas protestas en Alhucemas por la falta de ayuda tras el terremoto

Una turbamulta ha sido rechazada con dureza por el Ejército cuando trataba de asaltar la sede del Gobierno local

Los centenares de temblores que han sacudido la región marroquí de Alhucemas tras el fuerte terremoto del martes, que causó casi 600 muertos, han sembrado el miedo entre la población, que no se atreve a volver a sus casas. Tras dos noches al raso, entre los habitantes de las aldeas de la zona, convertidas en pueblos fantasma semiderruidos, crece la indignación por la falta de ayuda. Miles de personas han protestado hoy en el puerto de Alhucemas ante el abandono al que se creen sometidos por el Gobierno. La intervención del Ejército, que patrulla la zona para evitar saqueos, ha ocasionado enfrentamientos, en los que han resultado heridas varias personas.

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"Se están produciendo enfrentamientos ahora mismo", ha declarado esta tarde una fuente oficial en la zona, que ha asegurado que "varias personas han resultado heridas" después de que una turbamulta asaltara la sede del Gobierno local para protestar contra lo que creen una respuesta inadecuada de las autoridades a la catástrofe originada por el terremoto.

Patrullas de Ejército

Las aldeas de Imzuren y Ait Kamara (las más afectadas por el seísmo del martes), y varios pueblos y ciudades de la provincia de Alhucemas, en el norte de Marruecos, han sido abandonadas por sus habitantes, que han huido en coches y camiones. Sólo se han quedado los que lo han perdido todo. El resto no se atreve a volver a entrar en sus casas, por miedo a que un nuevo temblor las derribe sobre sus cabezas, como ha pasado en alguna ocasión en las últimas horas.

El Gobierno y la Media Luna Roja han montado tiendas para asistir a la población en los pueblos grandes y en las ciudades, pero en el campo los damnificados se hayan abandonados a su suerte. El Ejército patrulla algunas carreteras rurales para evitar los saqueos.

Pueblos fantasma

Imzuren, un gran pueblo con cerca de 20.000 habitantes, estaba anoche casi abandonado, mientras que Alhucemas parecía una ciudad en fiestas. Nadie quería meterse bajo techo: preferían dormir en tiendas de campaña, en la calle o en los garajes, con la puerta abierta para salir corriendo al menor temblor. La ayuda llega en camiones que en ocasiones son asaltados a medida que paran para descargar. Pero sólo en las ciudades. En los pueblos, los habitantes se sienten abandonados.

Varios equipos de bomberos españoles que viajaron a Marruecos para colaborar en las labores de rescate tras han regresado hoy a España tras dar por concluido su trabajo y han criticado la "falta de colaboración" de las autoridades marroquíes. Representantes de las ONG españolas que se encuentran en la zona han criticado además el bloqueo de la ayuda internacional, que está almacenada en el aeropuerto de Alhucemas y no está siendo distribuida adecuadamente, según informa la Cadena Ser. Además, unas 300 personas pertenecientes a equipos de rescate y sanitarios de España y Europa permanecen inactivos en la zona de acampada del aeropuerto porque las autoridades marroquíes no les han asignado ninguna tarea.

Desbordados por la ayuda

Un grupo de inmigrantes marroquíes en España que tienen familiares entre las víctimas del terremoto han denunciado hoy que el Gobierno de ese país paraliza en el aeropuerto la ayuda que llega del extranjero. Agrupados en una comisión de apoyo a las víctimas, han afirmado que las autoridades retienen a los cooperantes que acuden a colaborar y distribuyen la ayuda "cuando hay cámaras delante".

Miguel Rey, de Bomberos sin Fronteras, ha denunciado en la Cadena Ser que quizá "las autoridades marroquíes creen que por sus medios lo pueden solucionar y se han visto desbordadas ante la afluencia de voluntarios". Manuel Lorenzo, miebro del Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad ha afirmado esta mañana a Europa Press que ha tenido que comprar pan, leche y aceite en las tiendas de Alhucemas para dirigirse por sus medios hasta aldeas de la zona de Ait Kamra —a sólo 20 kilómetros al oeste de la ciudad—, una de las zonas más devastadas, y repartirlo entre la población, muy enojada por la falta de ayuda oficial de las autoridades marroquíes, y que ha cortado carreteras como forma de protesta. Ayer cientos de personas se manifestaron de forma espontánea en varias aldeas rurales afectadas por el terremoto.

Soldados marroquíes inspeccionan Imzouren, donde nadie quiere regresar a sus casas por temor a nuevas réplicas.
Soldados marroquíes inspeccionan Imzouren, donde nadie quiere regresar a sus casas por temor a nuevas réplicas.AP
Un grupo de personas asalta un camión de ayuda humanitaria hoy en Alhucemas.
Un grupo de personas asalta un camión de ayuda humanitaria hoy en Alhucemas.EFE

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