Mejora el estado de salud del primer ministro checheno, envenenado el sábado
Un doble ataque contra colegios electorales enciende la situación en la República rusa a pocos días de los comicios presidenciales
El primer ministro checheno, Anatoli Popov, que ayer se encontraba grave tras un aparente envenenamiento, se encuentra mejor, según ha anunciado hoy su adjunto a la agencia Interfax. La noticia de la intoxicación de Popov, posiblemente intencionada, unida a un doble atentado contra colegios electorales, ha encendido la situación en la República rusa a pocos días de los comicios presidenciales, que se celebrarán el 5 de octubre.
Anatoli Popov, de 43 años, impuesto por Moscú al jefe de la administración pro rusa en la república, Ajmad Kadirov, fue ingresado el sábado por la noche tras sentirse mal durante un banquete en Gudermes. El primer ministro había sido hospitalizado inicialmente en Chechenia pero luego los médicos decidieron trasladarlo a Moscú. Sin embargo, el diagnóstico preliminar, "envenenamiento por un veneno de origen desconocido", no ha permitido aún a los médicos pronunciarse sobre el carácter accidental o criminal del incidente.
"El estado de salud de Popov mejora, salió por su propio pie del avión y caminó hacia el coche" a su llegada a Moscú, poco después de medianoche, ha indicado su adjunto Alexandre Andronov. El primer ministro checheno es ex director financiero de la sociedad pública rusa de venta de armamento Rosvooroujenie, al que había sido confiada la Dirección de los trabajos de reconstrucción de Chechenia y que gestionaba a este título los fondos entregados por Moscú.
Tensión en aumento
Además del envenenamiento de Popov otros incidentes ha hecho sonar las alarmas en Chechenia durante el pasado fin de semana. Al menos un policía y dos soldados rusos murieron sendos ataques dirigidos contra dos colegios electorales de la república. El primer ataque se produjo en la aldea de Aiti Mojk, en el distrito de Nozhái-Yurt, al este de Chechenia, cuando diez hombres armados con fusiles de asalto tirotearon a una patrulla policial que custodiaba el colegio electoral de esa localidad cercana a la frontera con Daguestán.
El segundo ataque ocurrió en la montañosa región de Vedenó, en el sur de la república, donde dos soldados del Ministerio del Interior ruso murieron y un tercero resultó herido al estallar una mina al paso del vehículo en el que viajaban. La capital chechena, Grozni, tampoco se libró de estos ataques selectivos atribuidos a los separatistas: al menos un policía y cuatro soldados resultaron heridos en el distrito de Staropromislovski al estallar una mina.
Se teme que a medida que se aproxime el día de las elecciones la tensión vaya en aumento y se dispare el número de estos incidentes pese a la llamada a la calma de las autoridades rusas y sus aliados en el Gobierno provisional. Grupos humanitarios han denunciado que la presión sobre los votantes no sólo procede de los separatistas islámicos que desde hace cuatro años luchan contra las tropas federales rusas y señalan que en los últimos meses se han incrementado las denuncias contra las fuerzas paramilitares chechenes leales a la Administración
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