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El Kremlin despeja el camino de su candidato para los comicios de Chechenia

Pilar Bonet

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, no quiere correr ningún riesgo en la elección del líder de la república caucásica de Chechenia el 5 de octubre. Entre los personajes leales a Rusia que querían competir por el cargo, el Kremlin ha apostado por el jefe de la administración provisional chechena, Ajmad Kadírov, que tiene el apoyo de sus propios hombres armados y, por lo tanto, resultaría conflictivo en caso de salir derrotado.

Con esta lógica, las autoridades centrales han despejado el camino a su hombre fuerte en Chechenia y han eliminado a sus rivales más serios. El jueves, Aslanbek Aslajánov, diputado de la Duma estatal de Rusia, aceptó la oferta telefónica de Putin de convertirse en su consejero para asuntos del Cáucaso. Horas después, el empresario Malik Saiduláiev fue rechazado por supuestas irregularidades en la presentación de sus papeles. Ambos candidatos estaban firmemente decididos a competir. Aslajánov había dicho que sólo podía detenerle "un tiro en la frente". Saiduláiev aseguró resistir fuertes presiones. "Me llamaron funcionarios de la administración presidencial para decirme abiertamente que abandonara la campaña porque querían ver a Kadírov como líder de Chechenia", dijo recientemente. "Me propusieron cargos y dinero", añadió Saiduláiev. El empresario acusó a la guardia personal de Kadírov, y al jefe de ésta, Ramzán Kadírov (hijo del jefe de la administración chechena), de raptar y torturar a sus ayudantes, uno de los cuales, según dijo, fue atacado con un lanzagranadas.

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El jueves, Putin recibió a Kadírov en su residencia de Sochi, coincidiendo con la desaparición de la escena de los dos rivales más peligrosos de éste. Grupos de derechos humanos, entre ellos activistas de Memorial, acusan a la guardia armada de Kadírov de participar en operaciones de limpieza, raptos y desapariciones, no sólo en Chechenia, sino también en la vecina Ingushetia.

Kadírov, un antiguo mufti (clérigo musulmán) que pasó a colaborar con los rusos tras haber jurado la guerra santa contra ellos en el pasado, ha combatido a los separatistas más radicales. Formalmente, competirá contra siete contrincantes inofensivos, algunos de los cuales trabajan para él.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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